Levantones en el Nevado
La actividad delictiva en el Nevado de Toluca, en la zona turística, ha conseguido sobrevivir y crecer en los años recientes.
Las víctimas son personas que circulan en sus vehículos particulares por el volcán cuando son interceptados por grupos de hombres que bajan a las acompañantes de los autos y se los llevan, incluso con víctimas a bordo.
A pesar de que la Guardia Nacional y la policía estatal tienen operativos que se extienden por la zona, no han logrado erradicarlos.
Preocupa pensar que ya tengamos ese tipo de grupos delictivos tras los turistas y los ataquen en esta zona en particular, que resulta muy atractiva para los visitantes.
Es urgente que las autoridades refuercen la seguridad y que avisen a los turistas de tomar precauciones, pero lo cierto es que el Valle de Toluca está en una importante crisis de inseguridad creciente y urgen acciones coordinadas contundentes, esperemos que el nuevo gobierno lo tenga claro.
Mientras, el apoyo de la Guardia Nacional no ha sido suficiente, a pesar de que ya tienen varios años en nuestra entidad.
Cuando llegaron hubo algarabía y los vecinos decían sentirse más seguros con la presencia de estos elementos.
Era un fenómeno que reconocimos, pues si bien es cierto que la Policía Federal, el Ejército y la Marina, no estaban tan mal calificados en cuanto a credibilidad en los años recientes, lo cierto es que su presencia generaba siempre cierta reticencia.
Era verdaderamente notable que los ciudadanos se sentían entusiasmados con la presencia de ese cuerpo policial.
Sin embargo, los resultados que tanto promete el presidente Andrés Manuel López Obrador, para consolidar este cuerpo policial y, con ello, mejorar las condiciones de seguridad para todos, es urgente, pero no er ha consolidado.
En el Estado de México, a pesar de que el gobierno de Alfredo del Mazo aplicó cada año un presupuesto mayor a la seguridad, lo cierto es que la situación es grave.
Nuevamente enfrenta la entidad los primeros lugares en delincuencia, robo, violaciones, feminicidio y homicidio.
Es claro que la estrategia no ha conseguido los resultados esperados, pues en lugar de disminuir la inseguridad, aumenta, aunque los índices disminuyan en algunos delitos, no es suficiente.
En muchas regiones los ciudadanos se quejan del aumento de presencia de delincuencia organizada, que se refleja en secuestros, levantones, cobro de derecho de piso y ejecuciones.
Lugares donde antes la gente vivía en calma, hoy están sumidos en la desesperación y el temor.
Los nuevos gobiernos municipales no han dado el ancho, ya no existe el mando único y hoy pareciera que la esperanza de todos es la Guardia Nacional.
Martha González Aguilera