Taxis peligrosos
Nadie lo dice, mucho menos lo han aceptado de manera oficial, sin embargo, en el Estado de México los taxis pirata son un peligro permanente, en especial para las mujeres.
Las autoridades lo sabían, pero sólo lo comentaban de manera velada, “en corto”, aunque esta es una información vital que todas las y los mexiquenses deberían poseer, para por lo menos tener cuidado y tomar precauciones.
La realidad es que más allá de los intereses y gustos políticos de cada quien, es innegable que la violencia existe, que se ha instalado ya hace tiempo en la entidad, que luego de la pandemia se ha recrudecido y que las mujeres parecen ser más vulnerables ante este fenómeno.
El gobierno del estado lo ha aceptado de muchas maneras en el pasado, puso en marcha programas y medidas especiales para la protección de este sector, incluso una alerta de género en más de una decena de municipios.
Si sólo se tratara de un tema político, promovido para sacar provecho, esas medidas, que implican inversión de recursos, no se habrían aplicado.
En este sentido, las manifestaciones públicas de las mujeres pidiendo mayor seguridad fueron útiles, para atraer la atención de las autoridades hacia el tema, que afecta a buena parte del estado.
Sin embargo, no deja de preocupar que algunos insistan en hacer de esta demanda social un botín político, de un lado o del otro.
El problema es que, de no ser con el apoyo de un partido, no hay forma de que las manifestaciones sociales lleguen realmente a encontrar eco en el gobierno, mucho menos a incidir en las políticas públicas.
Así las cosas, estamos entrampados. Si la sociedad se cobija con el apoyo de los partidos para expresar una inquietud legítima, esta pierde credibilidad, se politiza y termina en una negociación de alto nivel que no beneficia a los ciudadanos ni resuelve el problema.
Si, por el contrario, las expresiones sociales logran evadir a los políticos y sus intereses, nunca llegan a donde es necesario y se pierden en simples gritos y pancartas que se olvidan pronto.
Es urgente para la sociedad mexicana encontrar vías eficientes para canalizar sus inquietudes y necesidades, pues los partidos políticos no dan resultados satisfactorios para los ciudadanos y muchos problemas que se enfrentan a diario en las calles y no están en la agenda de la política.
Martha González Aguilera