Preocupaciones presidenciales
El presidente López Obrador insiste en atacar airadamente a quienes señalan y critican la mala y tardía respuesta del gobierno federal en Acapulco, en lugar de remediar el entuerto con acciones contundentes en favor de la gente que se ha quedado sin nada y, además, vive ahora una situación peligrosa. Los acechan todo tipo de problemas.
La delincuencia organizada, la rapiña, la posibilidad de infecciones, la falta de todo, desde agua y alimentos hasta baños.
Todos los días le dedica un buen rato a las diferentes versiones de cómo le quieren afectar con información tendenciosa.
Mientras autoridades de la Ciudad de México detenían la manifestación de acapulqueños que deseaban llegar a Palacio Nacional a confrontarlo, él le dedicaba parte de la mañanera a descalificarlos.
La cosa es que los culpables son tres que ya el presidente tiene muy bien identificados: los medios, las mentiras de la derecha y la clase media, para variar.
En el caso de los últimos, no ha dado tregua, con un discurso de odio que puede incluso volverse peligroso, pero además, que lo llevará a derrotas peores en el futuro.
Dice que la clase media fue influenciada por el complot de los medios de comunicación, que insistían en alertar del populismo y lo señalaban como falso mesías.
Ese desprecio permanente a la cultura del esfuerzo, a la capacitación como medio para crecer y desarrollarse, es increíble y, lo peor, encuentra eco en algunos sectores sociales, pero claramente en la clase media ya no. A esa, la perdió, justo por discursos como ese y acciones que lo sustentan.
Así que, dice tan suelto AMLO, que a “esos” les dice que sigan su camino. No sabemos si lo dice por ardor, al darse cuenta que es un sector que no podrá recuperar o simplemente no lo ha pensado bien.
Solo diremos que, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 30 por ciento de la población a la que AMLO considera “rica”, gana más de 11 mil 089 pesos al mes. Esta cifra representa a seis millones 982 mil 660 mexicanos y mexicanas de la población ocupada del país. Estos hombres y mujeres mantienen a 25 millones 835 mil 842 mexicanos, con sólo más de 3 salarios mínimos
Martha González Aguilera