Mientras esperamos
En Morena los aspirantes a candidatos siguen esperando alguna luz sobre la lista que definirá el futuro de todos.
En algunas posiciones, los liderazgos le dan esperanzas a más de uno y quien sabe en qué pueda terminar este desorden, aunque lo cierto es que como hoy ese es el partido más poderoso, todos están dispuestos a aguantar y esperar su turno, si es necesario. Disciplina en la base, a pesar del desorden en la cúpula.
Mientras, del otro lado, avanzan con tiento y sin ventilar sus pugnas internas, que también las hay, por supuesto. Por lo pronto, el sueño de muchos parece haberse vuelto realidad y, al menos para todo efecto público, hay una dura competencia interna por las posiciones. Ya se verá.
La tercera opción, Movimiento Ciudadano, también avanza en su selección de candidatos, no sin sus propios enfrentamientos, pero también a las calladas.
Esperemos que al menos este largo proceso de selección sirva como anticipación de campañas interesantes que lleven a una copiosa participación en las urnas y que se proyecte en ellas la diversidad que hemos construido en nuestra entidad durante años.
Lo cierto es que necesitamos que la gente salga a votar, porque en medio de este desorden en que los partidos políticos han convertido los procesos electorales, sólo los ciudadanos podrán poner a cada quien en su lugar.
Morena apuesta a llevarse el carro completo, pero lo cierto es que en la nueva realidad del Estado de México, no sabemos con claridad qué esperar, hasta podría haber sorpresas.
Hoy en el Congreso local no hay un partido con mayoría suficiente como para imponer su voluntad, por encima de las otras fuerzas políticas o de los intereses ciudadanos y eso da equilibrio, pero también nos pinta con claridad lo que los mexiquenses piensan.
Cuando hubo equilibrio en las bancadas, alguna se dividió y sus integrantes fortalecieron a otra. Hoy, hay piso parejo gracias a las coaliciones.
Cuando ningún partido tiene el poder absoluto, tanto en la legislatura como en los municipios, sonmejores tiempos políticos y se reflejaron en mejores condiciones de vida para los ciudadanos.
Es que cuando la oferta es amplia, los partidos y los gobernantes se ven obligados a competir por la confianza de los ciudadanos, lo que los obliga a dar mejores resultados.
Ya falta menos para el inicio de la guerra en serio, mientras, vale la pena conocer a los contendientes. Esperemos que después de todo, sean los ciudadanos los que triunfen.
Martha González Aguilera