Planes para el sur
El sur mexiquense hace muchos años que está sumido en la violencia y el desgobierno, era una especie de secreto a voces y básicamente nadie hizo nada, hasta que la gente reaccionó, tomó el asunto en sus manos y se defendió.
Ahora, con una mujer al frente del gobierno y de origen de izquierda, por lo menos se observa voluntad de atender el problema a profundidad. De entrada, la gobernadora ha estado allá desde el primer día y no los ha soltado.
Sin embargo, esa es solo una parte de uno de los municipios en conflicto, bay mucho por hacer y ese es el plan.
Por lo pronto, pretenden instalar 2 bases de operación en el sur, la primera en Texcaltitlán, con policía estatal.
La segunda, será el tercer C5 del sur, que dará otro tipo de presencia, con tecnología y capacidad de reacción.
Sin embargo, lo cierto es que casi todo el Estado de México está con los pelos de punta viendo como este tipo de grupos se apodera de territorios completos ante la incapacidad de las autoridades de dar una respuesta contundente, en ningún nivel.
Además de esa violencia, en todas las regiones, también en mayor o menor medida, se desató la delincuencia común y si en lo otro el gobierno federal se quedó corto, en esto el gobiernos local se vio muy rebasado, tanto que parecía estar desaparecido de ciertas regiones.
Así, el robo, en todas sus modalidades, el secuestro y la extorsión se volvieron el pan nuestro de cada día para buena parte de los mexiquenses, en especial en regiones en donde ya de por si las autoridades municipales no ponían mucha atención.
Como resultado, la gente está harta, asustada, desesperada y, en especial, vulnerable, muy vulnerable. Esa es la peor combinación posible.
En este contexto, está claro que son las autoridades locales las que deben hacer frente y no tienen pretexto válido para la situación en la que tienen viviendo a los ciudadanos.
Es ya una constante saber del hartazgo de la gente, que por todos lados decide tomar el asunto en sus manos, ante la indiferencia o incapacidad de sus gobernantes.
En el estado de México, por ejemplo, son varios los municipios en los que se ven mantas o bardas pintadas por los ciudadanos donde advierten que si atrapan a un delincuente lo lincharán.
Ahora, el gobierno del Estado tiene una nueva visión al mando de la gobernadora Delfina Gómez, que ha dado la muestra de que no se achica ni se hace a un lado. Esperemos que todo esto fructifique y pronto, porque es urgente para algunas regiones, que no pueden seguir esperando.
Martha González Aguilera