Vitrina
El secretario de seguridad, Andrés Andrade Téllez, tiene un problema y si no responde de manera correcta a las demandas feministas se convertirá en el problema de la gobernadora Delfina Gómez.
El manejo de la seguridad en las manifestaciones, en especial las feministas, se había convertido en una virtud del gobierno mexiquense, con una serie de medidas que iban desde la creación de un cuerpo femenir especializado hasta protocolos que dejaban claros los lineamientos de actuación de los integrantes de las corporaciones estatales. Algunos municipios, como Toluca, las habían adoptado.
Como resultado, las manifestaciones feministas eran aún duras, pero se limitaba casi por completo el conflicto y el Estado de México se había convertido en un ejemplo en la materia.
No fue fácil ni inmediato, pero el camino se había recorrido y no está claro por qué, desde la autoridad, decidieron desandarlo y tomar el camino más difícil.
Como resultado, no solo hubo manifestantes y policías agredidas, sino que el secretario tuvo publicaciones, en sus redes sociales, señalando sólo las agresiones contra los policías.
Ahora tiene a grupos feministas demandando su despido. Lo que haga en adelante, marcará en muchas formas al gobierno de Delfina Gómez, esperemos que lo tenga claro. El secretario de seguridad está hoy en una vitrina.
Control del desarrollo urbano
En el Valle de México, el caos en servicios y otras cosas es enorme y se debe, en gran medida, a que el crecimiento urbano no tuvo ninguna planeación ni lógica.
Cada municipio hizo sus propios planes sin considerar a los vecinos, ni las propias condiciones y limitaciones de recursos.
Así, hay muchos municipios que crecieron de manera monstruosa, no sólo por la dimensión, sino también porque tienen grandes manchas urbanas con malos servicios.
De la misma manera ha crecido el Valle de Toluca, en el que hay también muchas regiones en las que no hay agua, o vialidades adecuadas y suficientes para la cantidad de desarrollos habitacionales que se han autorizado.
Nos encontramos con que, entre otros problemas, el estado de México está en primer lugar en casas abandonadas.
Eso se debe a los malos servicios y la mala calidad de las construcciones.
En el Valle de Toluca, todavía hay tiempo para frenar el crecimiento desordenado y dar cauce al desarrollo urbano regional.
Es posible hacer una planeación adecuada, donde se prevean vialidades, escuelas, transporte público, agua y todos los servicios necesarios.
Martha González Aguilera