Anticorrupción a medias
La realidad es que el Sistema Anticorrupción se percibe desde la ciudadanía como una parte del aparato gubernamental, creado para simular.
Ya se sabe que la población tiende a dudar de todo lo que provenga de las autoridades y, por desgracia, en los años recientes sobran razones que confirmen los cuestionamientos ciudadanos.
En todo caso, las autoridades deben estar preparadas para saber que no tendrán la confianza ciudadana para sus iniciativas con facilidad, de manera que tendrían que prever formas de transparentarlas a cada paso.
El Estado de México es la única entidad en la que este sistema incluye a los municipios, pero de poco sirve, dado que la mayoría de ellos no instala las células que se requiere para su operación, como es el Consejo Ciudadano, de manera que todo queda en letra muerta.
Así, los ayuntamientos siguen siendo impunes y libres de hacer lo que desean, sin transparentar información a la que están obligados, sin sistema anticorrupción, sin organismo para las licencias de comercio y servicios que son ahora su obligación y un sin fin más de carencias que simplemente justifican con la falta de presupuesto.
El municipal es el nivel de gobierno más cercano a la gente y el más abandonado, pero poco parece importar
Desamparo
Otra forma de abuso contra las mujeres y que afecta a los hijos directamente es el abandono de las responsabilidades económicas. Las cifras son alarmantes, 3 de cada 4 hijos de padres divorciados son olvidados por sus progenitores.
Este gobierno tiene la oportunidad de hacer la diferencia en materia de combate a la violencia contra las mujeres, gracias a los recursos que le destinan al estado a través de las alertas de género. Sin embargo, estos no son nuevos y de todos modos no todos lo aprovecharon anteriormente.
Se requiere de mayor esfuerzo por parte de los municipios para atender este problema, que es una triste realidad en el Estado de México que en muchos casos termina en feminicidios, pero hay otras repercusiones que son también graves que no refleja la estadística, como mujeres que no consiguen un desarrollo, libertad ni mucho menos felicidad, hijos que crecen en un ambiente hostil y reproducen el patrón.
Martha González Aguilera