No hay mártires
Por alguna razón extraña, el registro de la priísta Paola Jiménez no quedaba muy claro el domingo y ella no respondió a preguntas directas, al menos de este medio, pero el caso es que va por la diputación y no parece dispuesta a trabajar en equipo con su compañera Melissa Vargas, que va por la alcaldía.
Al resto de las figuras priístas toluqueñas las vimos tomarse la foto y expresar su apoyo a la dioutada Federal. Ya se verá que pasa en la realidad.
Y es que es muy cierto que todos, menos Melissa, se hicieron a un lado cuando Raymundo Martínez cayó en desgracia. Incluso hubo quienes trataron de aprovechar la situación y no dudaron en apoyar señalamientos en su contra.
A la larga, era -y es- claro que todo tenía un trasfondo político. Propios y extraños se sumaron en esa ofensiva contra Raymundo Martínez, que era el mejor posicionado y hubiera ganado la reelección sin problema, pero eso ya no fue.
Sin embargo, el capital político que había acuñado sigue ahí y eso le permitió negociar su libertad durante el juicio que seguramente se concretará en libertad absoluta.
Por eso extrañan los señalamientos de “Alito” Moreno, que ayer reclamó airado que el ex edil les dé la espalda a los tricolores y se junte con los de la 4T. Al final, lo dejaron solo -por lo menos, tal vez hasta colaboraron para que cayera en desgracia-¿Qué esperaban? ¿Un mártir?
El rumbo de la transformación
La descomposición social que vivimos es tremenda y nos afecta de muchas formas, una de ellas es la violencia de género, que en el peor de los casos termina en feminicidio, uno de los grandes males que aqueja a nuestro estado.
Era urgente tomar medidas de prevención que empezaran a plantear una forma distinta de relacionar entre mujeres y hombres, que nos permita relacionarnos de forma pacífica.
En el sexenio que terminó se inició una cruzada, que nos impulsará a mejorar como sociedad y a encontrar entre todos una solución a esta problemática, pero aún falta mucho para que los avances sean significativos.
En el Estado de México hay expertos suficientes y muy preparados como para construir una estrategia que resulte exitosa.
Es, además, mucho mayor la parte de la población que quiere vivir en paz. Así las cosas, existen los elementos necesarios para promover esa transformación social que tanta falta nos hace, solo hace falta que alguien la encabece, que tome la estafeta. Es obvio que el cambio de gobierno implicará grandes transformaciones, es lo que apoyaron la mayoría de los votantes.
Sin embargo, hay cosas que deben prevalecer y al esfuerzo institucional en esta materia vale la pena darle continuidad.
Martha González Aguilera