Decisiones del pasado
A pesar de las lecciones tremendas que ha dado la sociedad mexiquense a los partidos tradicionales, hay quienes no terminan por entender que las decisiones, en particular la selección de candidatos, tienen que responder al sentir social y no a los gustos o intereses de los liderazgos.
Si algo debieron aprender del pasado es que la gente está cansada de no sentirse representada por candidatos a los que no quiere y no arropa, así sea muy querido por la cúpula.
El ejemplo claro está en Tequixquiac, donde corresponde al PAN definir al candidato de la coalición PAN-PRI-PRD-Nueva Alianza.
Ahí, Anuar Azar decidió imponer la designación de Inés Soto Santillán, como candidata a síndico en la planilla para el Ayuntamiento, a pesar de que no es bien vista ni por panistas ni por priístas.
Los líderes que firmaron el documento aseguran que Tlapanaloya votará en contra si les imponen a la candidata a síndico y esa comunidad representa el 19.73 por ciento, La Colonia Ejidal que significa un 14.06 por ciento y San Miguel con 8.66 por ciento.
En el caso de las dos últimas comunidades, habría duplicidad de designación.
Está tan ruda la disputa que, incluso la candidata priísta a la alcaldía, Yazmín Rodríguez, asegura que de no cambiar los panistas su decisión, ella declinará a la candidatura para la alcaldía, con lo que todo el asunto terminaría en un desastre, solo por el capricho de Anuar Azar, que claramente no conoce lo que ocurre en territorio.
Ojalá el líder albiazul cambie de opinión por el bien del equipo y de la alianza, o quedará demostrado que los que fallan son los liderazgos.
Taxis peligrosos
En el Estado de México los taxis son un peligro permanente, en especial para las mujeres.
Las autoridades no lo dicen abiertamente, aunque esta es una información vital que todas las y los mexiquenses deberían poseer, para por lo menos tener cuidado y tomar precauciones.
La realidad es que más allá de los intereses y gustos políticos de cada quien, es innegable que la violencia existe, que se ha instalado ya hace tiempo en la entidad, que luego de la pandemia se ha recrudecido y que las mujeres parecen ser más vulnerables ante este fenómeno.
Las autoridades lo aceptan de muchas maneras, pues ha puesto en marcha programas y medidas especiales para la protección de este sector, incluso una alerta de género en más de una decena de municipios.
Si sólo se tratara de un tema político, promovido para sacar provecho, esas medidas, que implican inversión de recursos, no se habrían aplicado.
En este sentido, las manifestaciones públicas de las mujeres que piden mayor seguridad pueden ser útiles, para atraer la atención de las autoridades hacia el tema, que afecta a buena parte del estado.
Sin embargo, no deja de preocupar que se convierta en un tema político y se desdeñe por la atención intensa que recibió en el gobierno anterior, por que se volvería esta demanda social un botín político.
Martha González Aguilera