En los últimos sexenios los programas sociales de los gobiernos del Estado de México se han enfocado en apoyar a las mujeres, con nombres distintos, pero mantienen un objetivo en general, apoyar a uno de los grupos de mayor vulnerabilidad.
En el Estado de México hay cerca de 8.9 millones de mujeres, de las cuales 3 millones 887 mil 772 viven en pobreza, lo que representa más del 40 por ciento de la población femenina mexiquense, y de ellas, 338 mil 510 están en la categoría de pobreza extrema.
Las mujeres en pobreza, no encuentran las condiciones para poder encontrar un ingreso propio, pues invierten su tiempo en horas de trabajo para el hogar, por lo que Laura Elizabeth Benhumea González, especialista directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), dijo, debe ser uno de los objetivos centrales a atender.
Programas sociales
Para ello, los gobiernos han buscado la atención a través de los programas sociales, cabe recordar que en la administración de Eruviel Ávila Villegas se impulsó el programa Mujeres Que Logran en Grande; para el gobierno de Alfredo del Mazo Maza, al ser una de sus principales banderas y el de mayor difusión pública, se consolidó el Salario Rosa como el apoyo económico dirigido a las mujeres amas de casa, que no contaban con remuneración.
Actualmente, Mujeres con Bienestar, continúa ofreciendo el apoyo a la población femenina, desde antes de su llegada al gobierno, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, aseguró la continuidad del beneficio, pero con un enfoque de ayudar a todas las mujeres, principalmente para las que se encuentran en situación de pobreza y carencia por acceso a la Seguridad Social.
De acuerdo con las reglas de operación publicadas en el Diario Oficial de Gaceta de Gobierno, la Secretaría de Bienestar estableció que el propósito del actual programa es “contribuir a elevar el ingreso económico de las mujeres de 18 a 64 años de edad, mediante el otorgamiento de transferencias monetarias”.
Programas resuelven necesidades inmediatas
Ante ambos esquemas, consideró Laura Benhumea, se han convertido en un importante respaldo para esa parte importante de la población que son las mujeres, al ayudarlas a solventar necesidades inmediatas, pero básica, y enfocado en cumplir una responsabilidad de gobierno.
Por lo que dijo, se debe trabajar en la erradicación de la violencia económica, que se vive desde la disparidad en los trabajos de cuidados, el acceso a la educación, y para quienes han logrado acceder a plazas laborales garantizar igualdad salarial, evitar la discriminación por maternidad, todo para que puedan lograr la autonomía económica.
“Hemos avanzado en la disminución de la brecha de género, en tema político, acceso a la salud o cuestión económica, pero desafortunadamente en la participación económica aún quedan muchas deudas por saldar”, comentó.
Por ello, propuso que una de las opciones, aunque representa una tarea tiránica es que las mujeres reciban capacitación, educación y sean empoderadas, para lo cual es necesario tender redes de apoyo entre distintos sectores y no únicamente el sector gubernamental y no se queden sólo con ese apoyo que reciben bimestre con bimestre.
Servicios adicionales
Cabe mencionar que, además del apoyo monetario, el programa actual contempla brindar servicios a las mujeres en asistencia jurídica, asistencia para la salud, veterinarios, descuentos, así como apoyo para cubrir gastos funerarios por el fallecimiento de un familiar en primer grado.
Además, acceso a distintas opciones educativas de cualquier tipo y nivel; así como acceso a opciones de capacitación para el bienestar, que corresponde a cursos, talleres, pláticas o otras actividades, pero estos se deben solicitar a la instancia ejecutora, quedando a manera de opcional.
Propuesta de fondo
Por ello, la especialista dijo, se deben implementar propuestas de fondo, que realmente empoderen económicamente a las mujeres, para dar apertura a un camino de mayores posibilidades que se logra con la capacitación y haciendo conciencia del valor que todas las mujeres tienen.
Ahondó en que es importante concientizar sobre la importancia de desarrollarse para lograr la libertad económica, pues muchas mujeres no sólo no tienen la posibilidad de participar, sino el interés, porque su interés inmediato es comer día con día. Para ello, subrayó la importancia de que dichos esfuerzos se hagan de manera interinstitucional.
“Se tiene que hacer un esfuerzo coordinado entre el gobierno, la iniciativa privada, los grupos de apoyo y las universidades, y desde mi representación académica, los universitarios tenemos el compromiso de retribuirle a la sociedad la fortuna que tenemos de formarnos porque los estudios universitarios han hecho que podamos acceder a mejores condiciones de vida”, dijo.
Con la creación de redes interinstitucionales para la capacitación y educación, para abatir las carencias, se debe trabajar más allá de pequeños grupos voluntarios de 15 jóvenes que van a una comunidad a capacitar a 20 mujeres, pues confío en que con una mayor coordinación se puede impactar de manera positiva a mayor escala.
Otras atenciones a la mujer
El tema de erradicar la violencia contra las mujeres es otros de los factores a atender en materia de género, al ser una problemática no solo local y por los que se han emprendido muchos esfuerzos, indicó a especialista universitaria; y aunque desde lo gubernamental ha destacado una incidencia a la baja en delitos, dijo, la violencia permanece en la vida privada.
“Desde lo público y privado, los niveles de violencia no disminuyen, ha disminuido la brecha, desde los indicadores desde los gobiernos y resultados, pero desde la parte de la vida privada sigue habiendo manifestaciones de violencia, recurro nuevamente a la parte de la educación, tenemos que desde la familia educar a los varones para respetar la voluntad integridad, dignidad de cualquier persona, pero sobre todo de las mujeres”, añadió.
Reto de gobernadora como mujer
Políticamente, las mujeres han avanzado en acortar las brechas de género, reconoció Benhumea González, destacó existe paridad en la Cámara Legislativa local, el Gabinete de igual forma, y se consolidó Delfina Gómez Álvarez como la primera gobernadora en la entidad, lo cual es un logro, pero también representa una responsabilidad mayor.
Eso, dijo, pone los dos ojos de la sociedad en ella, o aquellas que ocupan espacios de poder, de hacer las cosas bien o demostrar por qué requerían de ocupar dichos espacios. “Con esa lucha de reivindicación de las mujeres en la búsqueda de espacios, no sólo es llegaste, ahora demuestra porqué exigías esos espacios, hay que hacerlo y hay que hacerlo muy bien, lo cual también se traduce en estrés y mayor demanda, eso me parece es una carga, pero creo están preparadas para eso”, consideró.
Asimismo, María Matus, activista feminista del colectivo Marías Acompañantes, indicó que, desde dicho sector, esperan que como mujer la gobernadora impulse y respalde las luchas de las colectivas, “esperamos haya apertura real y no simulación, hemos estado caminando mucho tiempo sin soluciones reales, esperemos mayor acercamiento, es histórico haya una mujer como gobernadora y tenemos que aprovechar esa coyuntura”, dijo.
Frase:
“No dejan de ser programas sociales que, son atribución del Estado poderlos otorgar, es un beneficio inmediato para las economías; sin embargo, el objetivo es ese ayudarles a solventar necesidades inmediatas, lo estructural es ayudarle a solventar necesidades de futuro”. Laura Elizabeth Benhumea González, Especialista directora de la FCPyS de la UAEMéx
Nota de contexto: Salario Rosa
El beneficio corresponde a 2 mil 500 pesos bimestrales, 100 pesos más que lo que otorgaba el Salario Rosa, así como una ampliación en el rango de edad pues en el sexenio anterior llegaba a mujeres hasta los 59 años.
Frase:
“Por supuesto es una tarea titánica, somos una la cantidad de mujeres que interactuamos, simplemente en el Estado de México hay más de ocho millones de mujeres, muchas de ellas en condiciones de pobreza”. Laura Elizabeth Benhumea González, Especialista directora de la FCPyS de la UAEMéx.
Areli Díaz