El INE entre gobernadores, medios y lineamientos:
¿Cómo va la autoridad electoral de cara al proceso 2024?
El Instituto Nacional Electoral se encuentra, desde hace tiempo, en el centro del debate público; la semana pasada no sólo celebró una reunión con los y las gobernadoras del país que transcurrió entre claroscuros, sino que cumplió con el mandato del Tribunal Electoral de emitir lineamientos generales para regular y fiscalizar los procesos, actos, actividades y propaganda realizados en los procesos “internos” de los partidos políticos para elegir al defensor o defensora de la cuarta transformación y a él o la responsable para la construcción del frente amplio opositor.
La reunión con las y los gobernadores fue un acto altamente cuestionado y desato críticas más allá de buenos comentarios. Pese a que el INE ha insistido en que el ejercicio responde a un “diálogo” democrático entre los actores políticos y autoridades electorales, donde se pidió a los ejecutivos locales acatar las normas en materia de equidad en la contienda y reforzar los mecanismos que garanticen la seguridad en el próximo proceso electoral; la realidad es que la autoridad electoral recibió -en su propia casa- “reclamos e instrucciones”.
Los reclamos se concentraron -desde las gubernaturas oficialistas- en las medidas que consideran de “censura” al presidente de México; paradójicamente, la instrucción también tuvo origen oficial, pues el gobernador de Oaxaca (de extracción Morenista y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores -CONAGO-) solicitó un encuentro privado, lo cual originó actos de restricción al ejercicio periodístico dignos de una profunda investigación.
La crítica a la reunión se concentró en dos momentos: el silencio de la presidenta del Consejo General del Instituto ante los ataques de las y los gobernadores; así como la omisa atención que se ha dado a la denuncia de periodistas que se dijeron encerrados en la sala de prensa del INE ¿será que el árbitro se siente intimidado por los jugadores? ¿dónde encontramos el diálogo democrático que se presume si sólo existen silencios? La respuesta debería llegar de la autoridad electoral…
En cuanto a los lineamientos dictados por el INE, la crítica es constante: se ha normalizado y ahora hasta regulado la simulación de precampañas disfrazadas de procesos internos. Sí bien es cierto la autoridad insiste en que no se trata de actos anticipados de precampaña o campaña, cada regulación que emite contradice su dicho.
Los lineamientos aprobados por el INE tratan a los procesos internos de los partidos y coaliciones como precampañas o campañas; es decir, dando vueltas sobre los nombres y términos utilizados, reconocen lo inevitable: estamos frente a una simulación. Suenan, se regulan y se cubren mediáticamente como precampañas, sólo para las autoridades electorales no se trata de éstas… en la lógica de la simulación la autoridad insiste en crear reglas que lejos de ayudar a dar certezas generan confusiones.
Para muestra un botón, en el tema de la fiscalización de los recursos, se sigue la regla y lógica ocupada para las precampañas y campañas: se regula el reporte de eventos, se mandata el registro y soporte de todos los gastos, existen límites a las aportaciones de militantes y simpatizantes, y lo que es el colmo, se establece -incluso- un tope de gastos.
De lo visto hasta el momento, la conclusión es poco alentadora: El INE y el Tribunal Electoral han renunciado a su misión de ser árbitros de una contienda, se exponen y debilitan frente a los actores que regulan en cada oportunidad y decisión ¿cómo afectará esto el proceso electoral 2024? El tiempo nos dará la respuesta.
Por: Fernando Roberto Zúñiga Tapia
Twitter: @ZuFerTapia