Cultura
Por 30 a�os, en el norte de Quintana Roo, un equipo multidisciplinario, dirigido por M�nica A. L�pez Portillo Guzm�n, aborda las problem�ticas de la preservaci�n del patrimonio maya en la regi�n tropical.
El sol ardiente del Caribe tambi�n hace padecer al patrimonio cultural maya. Los mayas peninsulares ocuparon el litoral caribe�o de Quintana Roo desde el Precl�sico Tard�o (300 a.C-300 d.C.) hasta el Poscl�sico Tard�o (1200-1550 d.C.). Durante este �ltimo periodo resurge la actividad constructiva de los templos de las antiguas ciudades costeras del Cacicazgo de Ecab, los cuales han perdurado hasta el presente.
Sin embargo, los materiales arqueol�gicos inmersos en clima tropical sufren alteraciones multifactoriales en diferentes niveles y presentan una conjunci�n de deterioros, los cuales gradualmente generan p�rdidas considerables a la pintura mural, acabados arquitect�nicos, estucos y elementos p�treos.
Estos resienten, la brisa salada, la lluvia, el viento y los cambios bruscos de temperatura. Las sales cubren las superficies con velos blanquecinos y las concreciones salinas generan fisuras, grietas y desprendimientos. El agua, en conjunci�n con los vientos alisios, provoca erosiones superficiales, filtraciones, encharcamientos y escurrimientos, as� como la aparici�n de microorganismos y manchas en las superficies h�medas, entre otros deterioros, dependiendo de la naturaleza y composici�n f�sico-qu�mica de cada bien cultural.
Mitigar y controlar esos procesos de deterioro ha sido una de las tareas constantes del Instituto Nacional de Antropolog�a e Historia (INAH), mediante trabajos de conservaci�n y restauraci�n, de proyectos de continuidad en los diversos sitios del norte del estado. A tres d�cadas de distancia, se aprecia la labor fundamental aplicada en la protecci�n del legado arqueol�gico de una de las regiones mexicanas m�s visitadas por el turismo mundial, coordinados por la restauradora perito M�nica A. L�pez Portillo Guzm�n.
30 a�os de trabajo
En 30 a�os, la especialista, junto con su equipo de trabajo conformado por especialistas y trabajadores capacitados, ha atendido alrededor de 28 templos y 60 frentes distintos de pintura mural que corresponden al periodo Poscl�sico.