La escena puede ser en cualquier poblado del sur mexiquense. En la madrugada un par de desconocidos tocan a la puerta del doctor Juan C�rdenas y le dicen que debe ir con ellos porque tienen un compa�ero herido, al que debe atender.�
No le dejan opci�n, no hay manera de decir que no. Simplemente te levantan y tienes que ir. Nadie sabe cu�ndo regresar�s y en qu� condiciones o si regresar�s. Esta es una realidad en todo el territorio nacional. No hay comunidad rural en cualquier estado donde no se haya registrado alguna escena similar, dice el m�dico Juan C�rdenas, a quien le hemos cambiado el nombre.�
Hay miedo entre el personal m�dico, sobre todo para prestar sus servicios en las zonas controladas por grupos criminales o narcotraficantes.�
No es extra�o, entonces, que 54 Federaciones, Sociedades y Colegios M�dicos de M�xico, que representan a m�s de 100 mil profesionales de la medicina, se hayan unido para expresar en�rgica protesta en contra de la inseguridad que sufren, adem�s de sus habitantes, los m�dicos que laboran o realizan su servicio social en ciertas zonas del pa�s.�
En una carta dirigida al presidente de la Rep�blica, Andr�s Manuel L�pez Obrador, y al secretario de Gobernaci�n, Ad�n Augusto L�pez Hern�ndez, expresaron su condena y gran indignaci�n por el �inaceptable asesinato del Dr. Erick Andrade Ram�rez, de 24 a�os, ocurrido el viernes en el Hospital Integral de El Salto, en Pueblo Nuevo, Durango�.�
Se�alan que �ninguna muerte por violencia se justifica, pero al ser dirigida contra quienes por su vocaci�n se dedican a mejorar y/o salvar la vida de los dem�s es mayormente condenable. Los trabajadores de la salud nos sentimos vulnerables al igual que la ciudadan�a, por lo que, al igual que los otros cr�menes contra nuestro gremio, exigimos el esclarecimiento de este lamentable asesinato y seguimos solicitando al Estado garant�a en la seguridad para sacerdotes, maestros, enfermeras, m�dicos y en general para todas las personas por las que la mayor�a de los m�dicos no aceptan laborar en dichas �reas�.�
Las Federaciones, Sociedades y Colegios M�dicos de M�xico advierten que seguir�n insistiendo en el mejoramiento de estas medidas de seguridad y en general de las condiciones de trabajo para todo el personal de salud en M�xico.�
Y es que cada vez m�s profesionales de la salud est�n siendo atrapados en la violencia a medida que las organizaciones criminales en el pa�s se apoderan de m�s territorio, creando una escasez de m�dicos en las zonas donde los riesgos son m�s latentes, como sucede sobre todo en el sur, si hablamos del Estado de M�xico.�
A esta situaci�n de inseguridad debe agregarse las cuotas de extorsi�n que los delincuentes cobran a las cl�nicas particulares y a los propios m�dicos que tienen sus consultorios, y que aun durante la pandemia sufrieron los embates de la inseguridad.�
Los j�venes heredados de las universidades tienen miedo de ser enviados a cl�nicas alejadas. Las propias universidades, incluso, buscan hasta proponer que no sean mujeres las que cubran ciertas comunidades porque el riesgo para ellas es mayor.��
A esta situaci�n responde, en parte,� que el presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador para contratar a 500 m�dicos cubanos, con los que suplir los vac�os que se han formado en las comunidades m�s alejadas de los centros urbanos y a las que ning�n m�dico mexicano quiere ir por la inseguridad.�
Los m�dicos deben pasar por puestos de revisi�n cuando van de una comunidad a otra a visitar a sus pacientes y si algo no gusta a los delincuentes, los retienen a veces por d�as enteros. L�pez Obrador asegur� que en M�xico hay unas 50 mil vacantes para personal m�dico, aunque expertos advierten que esa cifra podr�a ser mucho mayor.�
Pero seg�n el INEGI en M�xico hay 2.4 m�dicos por cada mil habitantes, cifra superior a la de la mayor�a de pa�ses de Am�rica Latina y apenas inferior a la de Estados Unidos, que es de 2.6 m�dicos por cada mil habitantes.�
En Durango las universidades decidieron retirar a sus pasantes de medicina de comunidades. Veremos la decisi�n en el Estado de M�xico de la UAEM�x y de las particulares. �
Ojal� no escuchemos a AMLO decir que mataron a un pasante para afectar su imagen y el gobierno de M�xico, con los estatales, realmente garanticen la seguridad a los mexicanos.�
Diana Mancilla �lvarez�