Sor Juana Inés de la Cruz, nació en Nepantla, en el municipio de Tepetlixpa y desde los tres años se fue a vivir con su abuelo a la hacienda de Panoaya, que se ubica en Amecameca, ahí aprendió a hablar náhuatl, por su convivencia con los indígenas, que además de jugar en los grandes jardines se pasa mucho tiempo en la biblioteca donde aprendió a leer. Ahí estuvo hasta pasados su 15 años.
Sin duda Sor Juana, es un ejemplo para hombres y mujeres de esta región de los volcanes, aseguró, Arturo Marroquin Balcazar, Cronista de la comunidad de Santa Isabel Chalma del municipio de Amecameca. Quien reconoció, su gran talento, de Juana Inés de Asuaje y Santillana, como tambien se le conce, su fe de bautizo esta en la parroquia de San Vicente Ferrer, Chimalhuacán una comunidad de Ozumba.
Sin duda, aseguró el Cronista, “fue una mujer de letras, de ciencia, una mujer que revolucionó el pensamiento y la concepción de la mujer por si misma y que haya nacido en esta zona es un orgullo para todos, no solo para quienes vivimos en la región de los volcanes, sino para todos los mexicanos”.
Explicó que en el Centro Cultural de Nepantla aún está los vestigios de lo que fue la casa donde nació y que es visitado por mucha gente. Después de vivir con su abuelo se la llevaron sus tíos para seguir su educación en el palacio virreinal y por su sabiduría siempre estuvo cerca de quienes tenían el poder en ese tiempo, y dode se oficio como monja.
Asimismo recomendó al público en general a conocer de cerca la historia de Sor Juana Inés de la Cruz, visitar la hacienda de Panoaya, el centro Cultural. Mexiquense de Nepantla y todos los atractivos turísticos e históricos de esta bella región de los volcanes.
Alix Meza