Un acontecimiento histórico que dio fin al movimiento revolucionario y tuvo como escenario el municipio de Teoloyucan, justo en la zona del Polvorín, sobre lo que es hoy la avenida 5 de Mayo o Carretera a Cucutitlán, se firman los Tratados de Teoloyucan, la solemnidad de este hecho recientemente fue puesto con letras de oro en el muro de honor de la LXI Legislatura del Estado de México, esta incluido en los libros de historia y la Lotería Nacional emitió en un billete conmemorativo en el 2018.
Para saber la razón por la que se firmaron los Tratados de Teoloyucan, debemos entender que la Revolución Mexicana, tuvo influencia estadounidense política y económica, mientras en Europa los aires de la primera guerra estaban presentes, ideas de liberalismo resonaban en algunas ciudades mexicanas donde había universidades, los pobladores vivían con miedo por los patrones opresores que les imponían las haciendas, creían que los levantamientos armados buscaban democracia y justicia social y vivieron con esa confusión, según narra el cronista municipal.
Cuando la Revolución llega a Teoloyucan deja un capitulo tan solemne; “el 13 de agosto de 1914, a la sombra generosa de los árboles de un camino rural, transitado por gente del pueblo y sin más opulencia que una salpicadera de un automóvil se firman los Tratados de Teoloyucan con la intención de propiciar la paz”, el dato ingresa al ámbito histórico nacional de manera contundente, sólo bastó una máquina de escribir y media hora para redactar los acuerdos.
El acontecimiento lo describe Valentín García en su libro Grandeza Histórica de Teoloyucan, como una escena que caló hondo en el orgullo militar, fue una forma humillante “negociar”.
Los Tratados representaron la afirmación del pueblo hacia la etapa pre constitucional, lo que se firmó ahí, fueron acuerdos que daban fin al movimiento, aunque no sólo se trataba de la rendición del Ejercito federal, también se sentaron las bases de las garantías individuales con las rubricas de los generales, Álvaro Obregón por el Ejercito Constitucionalista, Gustavo A. Salas, por el Ejercito Federal y Othón P. Blanco, por la Armada Nacional.
Obregón, el General invicto de la revolución “Carrancista”, sabía que en Cuautitlán había avanzadas de los federales y que en Barrientos estaba la tropa enemiga, posicionada ventajosamente, por eso, eligió a Teoloyucan como sitio para establecer el cuartel general y lanzar, en caso necesario, la ofensiva final para tomar por la fuerza la capital, las opciones del Ejército Federal se limitaban únicamente a dos, romper el cerco atacando Teoloyucan o deponer las armas.
La firma de este acuerdo decreta el triunfo del Constitucionalismo sobre el gobierno usurpador, además, propician el nacimiento de una nueva élite militar, por lo que son considerados el “Acta de nacimiento” del actual Ejército Mexicano, según explica el autor.
La importancia histórica de esta firma ha sido y seguirá siendo motivo de orgullo para los teoloyuquenses y, el papel de sus autoridades municipales ha cobrado importancia a lo largo de los años en un esfuerzo por enaltecer el hecho y hacerlo parte de la identidad y orgullo de la gente, la cual cada 13 de agosto se une para celebrarlo.
Acela Montaño