La Organizaci�n Mundial de la Salud define la salud mental como un “estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estr�s normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad”, as�mismo considera la salud mental como algo m�s que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales.�
En M�xico, la reciente pandemia de COVID-19 dej� un incremento significativo en los trastornos mentales, principalmente en ansiedad y depresi�n. Seg�n datos de la Organizaci�n para la Coorperaci�n y el Desarrollo Econ�mico (OCDE), la prevalencia nacional estimada de s�ntomas de ansiedad, se increment� posterior a la pandemia de 15% a 50% en 2020, y la prevalencia de s�ntomas de depresi�n de igual forma se increment� de 3% a 27.6%.�
Es por ello, que celebramos que recientemente la H. C�mara de Diputados haya aprobado el dictamen para garantizar el acceso a la atenci�n de la salud mental y adicciones. Sin embargo, es necesario precisar que esta aprobaci�n conlleva un riesgo digno de ser evaluado.��
El riesgo aludido es que esta misma iniciativa infiere la desaparici�n de los Hospitales Psiqui�tricos y para ello considero que es indispensable analizar el impacto de esta medida, debido a que existen trastornos mentales que no posibilitan su atenci�n de manera ambulatoria por los hospitales generales y del mismo modo se estima que la atenci�n de las adicciones implica la existencia de instalaciones espec�ficas para este fin que no re�nen los hospitales de primer nivel.�
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Psiquiatr�a Ram�n de la Fuente Mu�iz (INPRFM), M�xico cuenta con 49 centros psiqui�tricos del sector salud, de los cuales 12 se encuentran en Ciudad de M�xico. Asimismo, M�xico cuenta con una tasa de 3.68 psiquiatras por cada 100 000 habitantes, la cual es inferior a la recomendada por la Organizaci�n Mundial de la Salud; tenemos un d�ficit importante de psiquiatras.�
Adem�s, en M�xico hubo una reducci�n presupuestal para este a�o en materia de salud mental. Los pa�ses de ingresos medios y altos destinan 2.4% y 5.1%, respectivamente, de su presupuesto de salud para salud mental (Organizaci�n Mundial de la Salud / Organizaci�n panamericana de la Salud -2018). M�xico asign� para este a�o cerca del 2% del presupuesto federal para la atenci�n a pacientes con trastornos mentales; y aproximadamente el 50% de este porcentaje se asigna a hospitales psiqui�tricos que justo son los que pueden desaparecer.�
Cabe se�alar, que en M�xico, el 85% de las personas con alg�n padecimiento mental no recibe atenci�n, y quienes la reciben pueden tardar mucho tiempo para ello.��
Es un hecho que actualmente operan los hospitales psiqui�tricos tal vez con una insuficiente capacidad de respuesta y una escasa presencia en todas las entidades federativas del pa�s, pero considerar su desaparici�n abre la preocupaci�n de saber cu�l ser�a la instancia que atender�a los trastornos mentales graves que actualmente se atienden en �stos; asimismo es conveniente precisar que la atenci�n de las adicciones requiere de instalaciones espec�ficas que deber�n crearse y fortalecerse, ya que actualmente no existen suficientes y accesibles para la poblaci�n que padece esta condici�n, y es dif�cil que estos padecimientos se atiendan en cualquier cl�nica; de igual modo deber� consolidarse como bien lo se�ala el dictamen, que en todos los hospitales pueda atenderse trastornos de salud mental que puedan ser manejados de manera ambulatoria, pero con una medida que posibilite la asignaci�n presupuestal para este prop�sito, sin la cual ser�a muy dif�cil garantizar el cumplimiento de la atenci�n deseada.�
No hay salud sin salud mental, por lo que estos temas deber�n ocupar un lugar importante en la agenda para que el Senado de la Rep�blica, como instancia que deber� aprobar la resoluci�n de la H. C�mara de Diputados, pueda hacer las precisiones convenientes a fin de fortalecer esta importante iniciativa en materia de salud mental.�
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Caritina Sa�nz�
@caritinasaenz�