Martha Gonz�lez Aguilera�
Esta es la �ltima oportunidad, qu�dense en casa, insisten los funcionarios de Salud del gobierno federal, en todo espacio donde les dan la voz, as� como cada ma�ana y cada noche en las conferencias que se transmiten por redes sociales y est�n al alcance de todos. Adem�s, todos los medios de comunicaci�n le dedican la mayor�a de su espacio a la informaci�n relativa a este tema. Incluso v�a mensajes de texto a los celulares lo hacen saber a todos los mexicanos. Nadie puede decir que no hay informaci�n.
Lo cierto es que, en efecto, M�xico ha conseguido postergar la explosi�n de contagios masivos y, en esencia, se debe a la aportaci�n de la sociedad civil en el cumplimiento de las recomendaciones de las autoridades. Sin embargo, el riesgo es enorme y est� ya encima. El n�mero de infectados ha crecido r�pidamente en los d�as recientes y en estos d�as es cuando enfrentamos el mayor peligro.
Es claro que muchas instituciones y empresas se han sumado a las medidas precautorias con trabajo desde casa, medios tiempos y otras.
Esas personas, son muy afortunadas, pero no son la totalidad de la poblaci�n, ni siquiera la mayor�a.
La realidad es que poco m�s de la mitad de la poblaci�n no tiene un empleo formal, ni seguridad social, ni salario seguro. Muchos, demasiados mexicanos, est�n en la necesidad de salir a trabajar para llevar sustento a sus familias.
Ellos no podr�n frenar sus actividades, a�n a sabiendas del riesgo que corren y en el que ponen al resto.
Por esa raz�n, los que no tienen necesidad de salir, deben quedarse en casa, hacer compras racionales y ser precavidos, porque es la �nica forma de protegernos a todos en conjunto.
En ese contexto, todos tenemos mucho que aportar desde nuestra persona y nuestro n�cleo cercano.
Por ejemplo, hacer compras racionales, en lugar de adquirir productos innecesarios como resultado del p�nico. Ir al s�per una sola persona, en calma y sin perder la cordura, respetar ah� las medidas de higiene y sana distancia.
Es interesante ver en los centros comerciales como se vac�an los estantes de productos inveros�miles, como las botanas, los refrescos, los jugos azucarados, la verduras congeladas, los dulces y los helados. Al mismo tiempo, las herramientas para hacer ejercicio.
Lo cierto es que esta es una situaci�n in�dita y es en las crisis donde se conoce la verdadera naturaleza de las sociedades. Esto aplica no s�lo para M�xico, sino para el mundo entero. Es una cuesti�n generacional, el mundo es diferente y lo ser� cada d�a m�s. Requiere de seres humanos m�s solidarios, sensible y racionales, que no solo esperen a las decisiones e iniciativas gubernamentales.
Este es el momento de demostrar humanidad, en o individual y, por consecuencia, en lo colectivo. Por lo pronto, hay que quedarse en casa, es de momento lo m�s importante.