Ante el mundo, la imagen de un charro es icono representativo de ser mexicano, aunque representó por muchos años un apodo peyorativo para los rancheros, históricamente son la imagen ideal del héroe fuerte y valiente, para la Asociación de Charros Sebastián Curiel Fragoso, el ser charro es vestirse de México y las habilidades ecuestres le permiten transmitir una disciplina basada en valores, cultura, historia, perseverancia y valor, heredada por generaciones.
Hoy en el Día Nacional del Charro, hacemos remembranza de lo que representa para quienes practican la charrería y portan con honor el atuendo, como es el caso del Charro amateur, Eduardo Ortíz, quien ve en este arte un gusto por el campo, representado en un conjunto de destrezas y habilidades vaqueras que, en el México moderno, luego de la disolución de las haciendas, se queda en los pueblos o rancherías como una fiesta popular y orgullo de portar el traje.
Datos históricos señalan que es producto de la conquista, luego surge el esplendor de las haciendas donde había que controlar el ganado, se queda en los pueblos o rancherías como una fiesta popular y con el paso del tiempo esta tradición se reglamentaria, hasta convertirla en deporte con la Reforma Agraria en 1945, mientras el atuendo presentaba evolución con el uso del pantalón de campana y luego recto, de este nace la palabra “Charro”.
“La charrería siempre ha ido de la mano con la historia de México; donde hay un acontecimiento importante en nuestro país, siempre va a aparecer la imagen del charro, una imagen que, pese a que hoy en día somos patrimonio cultural y material de la humanidad, la gente desconoce lo que es un charro”, preciso Sergio Emanuel Ortiz Sánchez, durante una charla sobre el tema en el museo Hacienda La Pila, en Toluca.
La destreza y majestuosidad que representan las suertes dentro de la charrería; como la Calada de caballos, Piales en el lienzo, Coleadero, Jineteo del toro, Faena de la terna en el ruedo, Jineteo de yegua, Manganas a pie, Manganas a caballo y Paso de la muerte, son parte de una formación y disciplina que emplean la Asociaciones de charros en México, de ahí que, una actividad común, que empleaba a cientos de trabajadores, las practicas se fueron convirtiendo en deporte y desde el 2011 cuando la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Asociación Nacional de Charros la propusieran como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el cual se logró cuando la UNESCO lo estableció en diciembre del 2016.
En el Estado de México destacan varias Asociaciones de charros y escaramuzas, por mencionar algunos, en el municipio de Teoloyucan de donde es el equipo de Sebastián Curiel Fragoso, quienes obtuvo el título de Subcampeones estatales del 2023 y la escaramuza Mexiquense RSJ de Huehuetoca, ellas son las campeonas estatales y ex campeonas nacionales.
La elegancia de un traje de charro es distinción, ya que se puede asistir a una fiesta de gala vestido de charro, según explica Eduardo Ortíz, el traje de charro consta chaparreras, el botín, el cinturón piteado o calado, la camisa bordada y existe el traje de faena, de media gala, gala y etiqueta, acompañados de la tradicional reata artesanal elaborada de ixtle, mientras las escaramuzas, lucen vestidos con grandes holanes, colores y el reboso en forma de X, sombrero, calzonera y botines charros, que la denomina charra de etiqueta.
Para este atleta, la charrería es una forma de vida, una disciplina que exige mucho, pero que da muchas satisfacciones y con el plus de ser un deporte que identifica a los mexicanos a nivel internacional con el traje y el sombrero de ala ancha, que originalmente se usaba para las faenas del campo y que es reconocido en todo el mundo.
Acela Montaño