Martha Gonz�lez
Los demonios andan sueltos y la violencia est� desatada. El pa�s est� ya en el extremo de nueva cuenta, las cifras de asesinados nos sorprenden d�a con d�a, en historias terror�ficas de enfrentamientos, en los que polic�as de diferentes corporaciones son atacados y casi siempre superados por los delincuentes.
Ayer, ya en el colmo de lo rid�culo el secretario de seguridad informa en un video subido a redes sociales �no se atrevi� a enfrentar a la prensa en la conferencia que hab�a prometido- que detuvieron al hijo del Chapo pero tuvieron que salir de huida antes el embate de la delincuencia organizada.
Culiac�n se convirti� en un campo de batalla y ah� los ciudadanos rehenes de los delincuentes enardecidos por las acciones de la polic�a.
Es urgente que el presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador revise la estrategia de seguridad, por que las reuniones matutinas no han sido suficientes.
Es momento de que haga frente a la realidad y a la delincuencia. Es obvio que �l no pretende el ya tan famoso �fuchi, guacala� como una estrategia, al menos no de seguridad. Ese es un asunto de comunicaci�n e imagen, que resulta muy exitosa.
Sin embargo, ya es momento de que la verdadera estrategia, la construida en el gabinete de seguridad, de un giro y empiece a actuar.
Es terrible saber de manera oficial que los delincuentes nos superan con facilidad, que son capaces de tomar y controlar una plaza tan importante como Culiac�n de forma tan descarada.
Lo peor, no es la �nica ciudad en esa circunstancia, pues en los d�as recientes hemos visto lo mismo en ciudades de Guerrero y Michoac�n.
Esperemos que el presidente reaccione a tiempo y que su gobierno demuestre la misma fiereza contra estos delincuentes que ha mostrado contra los de cuello blanco a los que persigue, a pesar de que prometi� que no habr�a cacer�a de brujas.
Apuesta por el aeropuerto
Ayer el presidente L�pez Obrador arranc� las obras del aeropuerto en Santa Luc�a. Dice el gobernador Alfredo del Mazo que no es solo una base a�rea, sino un sistema aeroportuario que dar� impulso al Estado de M�xico, porque dos de los proyectos ah� incluidos est�n en territorio mexiquense.
Ojal� que el gobernador tenga raz�n y que esta vez la historia de los aeropuertos llegue a buen t�rmino. Recordemos que esta es la tercera vez que lo intentamos, las dos anteriores con p�simos resultados. As� las cosas, no hay que cantar victoria tan pronto, porque una cosa es empezar y otra historia muy distinta es terminar una obra de esta magnitud.