Uno de los principales problemas que aqueja al Estado de México, tiene que ver con la contaminación ambiental que se genera a consecuencia de los basureros a cielo abierto.
Los residuos en sitios controlados, no controlados y estaciones de transferencia mal manejadas, tienen efectos perjudiciales para la salud de la población y el medio ambiente en general; no solo porque se propaga la fauna nociva, sino porque genera incendios o la emanación de gases tóxicos que deterioran la calidad del aire que se respira, sin perder de vista que esos gases, conocidos como gases de efecto invernadero, contribuyen gravemente al proceso acelerado del cambio climático.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI), en México, el 87 por ciento de los tiraderos de basura son a cielo abierto y el restante son rellenos sanitarios, por lo que es importante conocer el estado de la operación de esos sitios de disposición final de residuos en nuestra entidad.
En el caso del Estado de México, miles de toneladas de basura son depositadas en los tiraderos a cielo abierto, de municipios del oriente de la entidad todos los días; con lo que, la salud de millones de habitantes de Ozumba, Cocotitlán, Chicoloapan, Valle de Chalco, Nezahualcóyotl, entre otros, está comprometida.
El Diagnóstico básico para la gestión integral de residuos publicado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), refiere que la entidad genera cerca de 17 mil toneladas de residuos sólidos urbanos de manera cotidiana, que representan el 16 por ciento de la basura que produce el país, además, reconoce que poco más de 2 mil 500 toneladas de basura diarias no ingresan a sitios de disposición final, lo que explica la proliferación de tiraderos clandestinos.
El problema de los tiraderos de basura clandestinos es, sin duda, un tema de gran importancia para las y los mexiquenses, que las autoridades del Gobierno del Estado deben atender de manera urgente, sobre todo si consideramos lo sucedido con las consecuencias sanitarias derivadas del Covid-19 y de varias enfermedades infecciosas; por lo tanto, es preciso contar con las medidas sanitarias adecuadas para salvaguardar la salud de la población de nuestra entidad federativa.
Otro problema que propaga la existencia de tiraderos clandestinos o a cielo abierto, es la actividad informal de la recolección de basura, es decir, lo que se conoce como “carretoneros”, que en muchas ocasiones tiran la basura en canales, barrancas y lotes baldíos, ante la inexistencia de rellenos sanitarios bien establecidos.
El establecimiento o apertura de rellenos sanitarios que cumplen con las normas oficiales para la disposición final de residuos, en la mayoría de los casos, genera conflictos entre la población, quienes, debido a la desinformación, evitan que se instalen con las medidas sanitarias necesarias, provocando que municipios tengan que improvisar con tiraderos a cielo abierto para disponer de sus desechos.
En varios municipios de la entidad, los tiraderos, estaciones de transferencia o centros de acopio y reciclaje fuera de normatividad, proliferan, pero no se tienen datos exactos, razón por la cual este jueves presenté un exhorto en el pleno a la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México, con el objeto de conocer el total de procedimientos iniciados con relación a tiraderos clandestinos o a cielo abierto, sitios controlados, no controlados, estaciones de transferencia, centros de acopio o reciclaje, para saber ¿cuáles han sido las sanciones? y ¿quiénes han cumplido con el saneamiento y pago de sus multas?.
También hicimos un exhorto a los 125 ayuntamientos a que coadyuven con su población en la formulación de planes, programas y acciones sobre el manejo adecuado y reciclaje de residuos sólidos y de manejo especial; principalmente en Chicoloapan, Chimalhuacán, Ecatepec, Huehuetoca, Nezahualcóyotl, San Felipe del Progreso y Valle de Bravo, en donde recientemente y con base en denuncias ciudadanas, aumentó el número de tiraderos a cielo abierto o centros de disposición final fuera de norma, y esperamos que las autoridades involucradas tomen medidas a la brevedad porque se trata de un asunto de salud pública.
Diputada Mónica Álvarez Nemer