Los graniceros son encargados de pedir pedir el agua para las tierras de cultivo y que haya abundante alimento para la gente, pues de a cuerdo a la historia son personas que fueron tocadas por un rato pero no murieron, pero sí conservan gran energía al abrirse sus chacras y tienen la oportunidad de conversar con el Popocatépetl y el Iztaccihuatl.
En Anecameca hay uno de los pocos graniceros de esta región de los volcanes, Moisés Vega Mendoza, quién se ubica en la hacienda Panoaya todos los fines de semana, a la salida del museo de los volcanes, para dar una breve explicación de los rituales que se realizan en cuevas, cerros y a las faldas del Iztaccihuatl y Popocatépetl para venerarlos al tiempo de pedir la lluvia inclusive la nieve que finalmente se convierte en agua para el ser humano y las tierras de cultivo.
Los graniceros, también nombrados como ritualistas atmosféricos de origen prehispánico , son tiemperos en diferentes regiones con el don de pedir por los tiempos atmosféricos para hacer que llegue la lluvia principalmente incluso desviar una tormenta de granizo y prevenir que no se dañen las siembras.
En esta región de los volcanes son cuidadores de las montañas e invitan a los visitantes a evitar la caza ,pues el cuidado de la fauna es importante para ellos, “por la presencia de venado ,coyote, gato montes y pumas, por eso cuando los detectamos los bajamos” dijo, Moisés Vega.
Por eso es necesario, reitero, “cuidar la flora, fauna y los recursos naturales, que es de ustedes y de muchas generaciones más que aún faltan por llegar, esa es una lucha que hacemos los graniceros y la comunidad involucrada en este tipo de actividades y ritos que se realizan en honor de los volcanes.
Alix Meza