Vivir la regla
La LXI Legislatura es un espacio libre de tabúes, pena y estigmas. Es un lugar en donde hay seguridad y que ofrece a las mujeres comprensión y empatía. Hablar abiertamente sobre menstruación, es abrir a debate esa parte de nuestra identidad, de nuestro cuerpo, que contrario a lo que nos han hecho pensar, no es algo de lo que debamos avergonzarnos.
Hemos crecido con la idea que menstruar es indigno, que nos ridiculiza y nos pone en vergüenza, hemos crecido escondiendo el dolor que causa la regla, escondiendo las manchas y avergonzándonos de ella. Por ello, es de vital importancia crear espacios de formación y sensibilización.
La menstruación es un proceso biológico que influye fuertemente en la manera en cómo niñas, adolescentes y personas que menstrúan vivimos nuestras vidas, aunque es una relación que suele ser ignorada. Una buena y sana higiene menstrual es parte del proceso para hacer cumplir nuestros derechos humanos, y la ausencia de la misma vulnera otros derechos como el acceso a la educación, al trabajo, al esparcimiento y al libre desarrollo.
Según la encuesta de U-Report realizada en mayo de 2021 a cinco mil jóvenes menstruantes en México, el 88% de las personas encuestadas dijo que la información que se brinda en las escuelas respecto a la menstruación y la higiene durante el periodo no es suficiente. A pesar de que un 87% considera que la menstruación no es un tema sólo de mujeres, todavía son muy pocos los niños u hombres jóvenes que entienden el proceso y comprenden los cambios físicos y psicológicos que la menstruación conlleva.
Al respecto, Erika Irusta lo argumentó de forma impecable: Si los hombres menstruaran, como escribía Gloria Steinem en 1978, “la menstruación se convertiría en una realidad masculina envidiable y digna de alarde. Los hombres se jactarían de lo largo y copiosos que serían sus periodos”. El problema no es la menstruación, no es el hecho fisiológico en sí. El problema es quién menstrua en esta sociedad. Es como si Gloria Steinem hubiera predicado en el desierto.
Por tal motivo, desde el Grupo Parlamentario del PRI trabajaremos para que las mujeres, niñas y personas menstruantes accedan a una menstruación digna tomando en cuenta todos los contextos mexiquenses, desde las mujeres que viven en zonas urbanas con problemas de abastecimiento de agua, comunidades indígenas, mujeres privadas de la libertas o mujeres migrantes en tránsito.
La menstruación nos toca a todas, pero pronto deberá tocarnos a todos y todas, hacer conciencia que los retos que nos pone son colectivos, son retos de leyes que nos nombren, son retos de políticas públicas que nos incluyan, los retos en los que nos pone la menstruación son grandes, así como nuestro compromiso como legisladoras.
Desde #LaCuruldelasMujeres el camino es largo, legislar pensando en lo que vivimos las mujeres en nuestros distintos contextos es esencial para que todas nuestras necesidades sean cubiertas, para que el agua no nos falte para asearnos o en las escuelas, para que los productos de higiene no sean un privilegio y se conviertan en un derecho, un derecho que abrace nuestra dignidad humana y la recupere, para que pronto los tabúes y las malas miradas se conviertan en expresiones de libertad y podamos VIVIR LA REGLA.
Dip. Isabel Sánchez Holguín