La herencia del Partido Revolucionario Institucional
El pasado 04 de junio la ciudadanía se expresó en las urnas y la voluntad popular decidió poner fin a casi un siglo de gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El tiempo que comprenden los gobiernos priistas es difícil de entender en su justa dimensión y, por supuesto, no estuvieron libres de errores. En muchas ocasiones la falta de empatía de las élites políticas a las causas sociales y la poca apertura a los cambios democráticos fueron muy costosos. A lo largo de estas décadas el desgaste propio del ejercicio de gobierno es evidente. Es cierto que el PRI supo adaptarse a la competencia electoral y logró mantenerse en la entidad más grande del país, aún sin ocupar la Presidencia de la República. Y, en varios periodos, sin la mayoría legislativa en el estado. A pesar de eso, el oficio en el gobierno del PRI fue notorio y la entidad gozó de estabilidad política y crecimiento económico.
En un ejercicio de autocritica debemos decir que el PRI en más de una ocasión se alejó de su militancia y de sus causas sociales, pues, a pesar de los logros obtenidos quedamos a deber en temas como la igualdad entre hombres y mujeres, desafortunadamente, ninguno de los Gobernadores emanados del PRI fue mujer, y tampoco podemos presumir de algún gabinete paritario.
Sin embargo, la herencia del PRI en el Estado de México está a la vista de todas y todos. Actualmente contamos con el mejor sistema educativo estatal y con la matrícula estudiantil más grande del país. Nuestro sistema de salud, basado en el ISEM y el ISSEMYM, es un orgullo de las y los mexiquenses con servicio en todos los niveles de atención, la Universidad Autónoma del Estado de México está ranqueada en las mejores universidades públicas del país y la red de infraestructura de la entidad es de las más importante del país.
Es decir, a pesar de los enormes retos que tendrá la gobernadora electa de la entidad, su administración contará con un piso firme, finanzas sanas y la fortaleza institucional necesarias para llevar a cabo sus esfuerzos de cumplir en el ejercicio de gobierno su oferta de campaña.
La nueva administración no arrancará de cero, el Estado de México es ejemplo y referencia en temas tan importantes como educación, salud, atención a víctimas, prevención y atención a las violencias contra las mujeres, programas de reparación integral a víctimas indirectas de feminicidio y a niñas, niños y adolescentes en situación de orfandad por este delito.
Además, cuenta con una política sólida en promoción y desarrollo de la ciencia con el Comecyt. Todas estas fortalezas no sólo serán un buen inicio de partida para el nuevo gobierno estatal, sino que representan un verdadero patrimonio para las y los mexiquenses.
Por tal motivo, el compromiso del Grupo Parlamentario del PRI es ser una oposición responsable, que tienda puentes de diálogo para construir los acuerdos necesarios con el Poder Ejecutivo en beneficio del Estado de México, pero también será el principal defensor de las instituciones públicas que garantizan el ejercicio de los derechos políticos, civiles, ambientales y sociales en el Estado de México, porque el legado del PRI es del tamaño de la grandeza del Estado de México y patrimonio histórico de todas y todos los que habitamos en él.
Diputada María Isabel Sánchez Holguín
Vicecoordinadora del GPPRI