La Zona Arqueológica de Teotihuacán, considerada una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica, celebra 36 años como Patrimonio de la Humanidad, título que declaró la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1987.
Con una extensión de más de 250 hectáreas, Teotihuacán “La Ciudad de los Dioses” o “Ciudad del Sol” como le llaman algunos historiadores y antropólogos, es el complejo arqueológico más visitado en México.
Por sus valores excepcionales, como los complejos de edificios monumentales, la pintura mural y los conjuntos habitacionales, fueron los motivos que llevaron a la zona Arqueológica de Teotihuacán a sumarse a la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El Hallazgo de más de 2 mil pedazos de pintura mural maya, 3 mil fragmentos de restos cercenados humanos en dos depósitos y cientos de piezas de cerámica, objetos y restos de animales en la Plaza de las Columnas –ubicada entre las pirámides del Sol y la Luna– es uno de los más grandes descubrimientos en la zona arqueológica de Teotihuacán de los últimos años.
La investigación encabezada por el arqueólogo japonés Saburo Sugiyama comprueba la presencia de la élite maya en la función política y social en Teotihuacán. Al ser utilizado como Complejo Ceremonial, La Plaza de las Columnas fue muy importante para los antiguos gobernantes.
Sin duda, la Zona Arqueológica de Teotihuacán todavía guarda muchos secretos. De acuerdo al arqueólogo Sugiyama, de los 25 kilómetros cuadrados donde se asentó la cultura teotihuacana, menos del 5 por ciento ha sido explorado por los investigadores.
México se consolida como el país con más patrimonios de la humanidad en América, con 35 sitios físicos y 5 tradiciones intangibles.
Soledad Rojas