Los restos de Ana María, mujer 40 años quemada viva en su vivienda el pasado 13 de diciembre del 2022 en el municipio de Chimalhuacán, ya descansan en el panteón civil, esto tras la exigencia de colectivos feministas para que su cuerpo no fuera arrojado a la fosa común.
Personal de la Fiscalía General de Justicia de Chimalhuacán entregó el cuerpo la tarde del viernes al señor Antonio, único familiar de la víctima, que con el apoyo de activistas de la asamblea Vecinal “Nos queremos Vivas Neza” e integrantes de “Justicia para Diana”, le dieron el último adiós.
“Se logró una sepultura digna para Ana María, después de un largo mes de incertidumbre y malos tratos por parte de MPs, fiscalías y otras autoridades indolentes, el señor Antonio tiene un lugar digno para su hija. Durante este tiempo las autoridades le negaban el acceso a su restos y querían mandarlos a la fosa común”, señalaron íntegra del colectivo.
Asimismo expresaron que continuará la exigencia de justicia por todas las mujeres, sobretodo por las que habitan en la región.
“Gracias a esta lucha se logró que Ana María tuviera un descanso digno que ella y todas la mujeres víctimas de este sistema capitalista patriarcal se merecen. Las autoridades nos invisibilizan y niegan nuestros derechos aún después de muertas, nos violentan en todos los sentidos sin tener acceso a los servicios mínimos, por ser pobres y ser mujeres”, expresaron.
Ana María era una mujer de 40 años, vivía con discapacidad y el día de los hechos estaba sola en con sus perros dentro del inmueble construido con madera y lámina. Fue el martes 13 de diciembre que el presunto responsable identificado como “El Kiko” rocío la vivienda con gasolina. Pese a que los vecinos trataron de apagar el incendio, las llamas se propagaron rápidamente.
Soledad Rojas