Karina Contreras Salinas, dueña de la bodega de pollo, donde el pasado 22 de diciembre cuatro trabajadores fueron privados de la libertad, denunció que dichos hechos se ocasionaron como consecuencia de la suspensión de la seguridad que contrató por parte del Cuerpo de Seguridad Auxiliar del Estado de México (CUSAEM).
Ante medios de comunicación denunció a la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), a su titular, Andrés Andrade Téllez, y al general José Martín Luna de la Luz de haber dado la orden de retirar dicha seguridad.
Relató que el 18 de diciembre del 2023, tanto la SSEM como la SEDENA, ordenaron que le retiraran a los policías del CUSAEM de la cuidaban, pese a que era un servicio que ella pagaba “ya que las autoridades no han podido brindar el apoyo”. Afirmó que unos días después de que dieron de baja a su seguridad, ocurrió el atentado contra su negocio y sus trabajadores.
Por lo anterior, informó que ya interpuso las quejas correspondientes ante la Comisión de Derechos Humanos estatal y ante la Defensoría Pública; sin embargo, de las dependencias denunciadas dijo no haber obtenido respuesta. “No han querido dar ninguna explicación, no han tomado las llamadas, exijo una explicación”.
Denunció que el atentado a la bodega de pollo ubicada en la colonia Parques Nacionales, en el municipio de Toluca, ocurrió a menos de una semana de no tener la seguridad antes señalada.
Exigen búsqueda y localización
Respecto al paradero de Rigoberto Colín Consuelo, Jaime Ramos Reyes, Isidoro Díaz Casimiro y Eliseo Escobar Ramírez, los colaboradores que fueron privados de la libertad por presuntos integrantes del grupo delictivo la Familia Michoacana quienes se los llevaron ante la supuesta negativa del pago de la extorsión bajo la modalidad de pago por derecho de piso, dijo que no han tenido noticias, que desde la madrugada de dicho viernes de diciembre no se sabe de su paradero, y que no han recibido llamada alguna para exigir un rescate.
Pese a que ya hay cuatro detenidos por los hechos (Sherlyn “N”, César Alberto “N”, Ángel Antonio “N” y Santiago Ramón “N”), de los vendedores no se sabe nada. Los familiares exigieron saber si continúan con vida.
“Necesitamos el apoyo de las autoridades federales, estatales y municipales para su búsqueda y localización, no pedimos otra cosa, solo que los vayan a buscar. Estamos desesperados y ya no sabemos qué más hacer”.
Persiste el miedo
La dueña de la bodega señaló que tanto ella, como los trabajadores que permanecen a su servicio tienen miedo cada que acuden a laborar. “Con el temor de que volvamos a sufrir un atentado, contra el negocio y lo más importante en contra de los trabajadores, no tenemos una patrulla o un policía que nos esté cuidando de manera fija”.
Finalmente, denunció que al menos 4 de 10 comerciantes sufren de extorsión, entre ellos, taxistas, pipas de gas, tienditas y expendedores de pollo y de huevo.
Karina Villanueva