Hace dos a�os el mundo entero tuvo que detener la actividad industrial, la producci�n de buena parte de los bienes de consumo y el sector servicios, para resguardar a la poblaci�n mundial en sus casas ante la alerta roja de la Organizaci�n Mundial de la Salud que daba a conocer la elevada peligrosidad para la vida humana, del Virus SARS-CoV-2 (S�ndrome Respiratorio Agudo Severo), generador de la enfermedad COVID-19 que ha causado la muerte a poco menos de 6 millones de personas a lo largo del planeta.�
El gobierno Chino y posteriormente los dem�s pa�ses del orbe, implementaron las medidas de restricci�n a la convivencia social, la sana distancia y la restricci�n a la movilidad, especialmente en forma masiva, lo que gener� una dr�stica disminuci�n de veh�culos automotores, aviones y de la actividad industrial ante las medidas de control y prevenci�n de los contagios por COVID-19, ello origin� la par�lisis de la econom�a global, la p�rdida de numerosas fuentes de empleo pero muy especialmente, la baja de la contaminaci�n atmosf�rica en las cincuenta principales ciudades del mundo.��
Un art�culo realizado por Marina Colorado en la revista Medio Ambiente, analiz� informaci�n obtenida en tiempo real de varios sectores contaminantes, mostr� un descenso en emisiones de CO2 en la primera mitad de 8.8%, cuando se dieron las reaperturas progresivas a partir de junio, la cifra se redujo al 6.5% en los primeros ocho meses de 2020.��
En la misma investigaci�n se menciona que �la pandemia en Estados Unidos hizo que, aunque las emisiones solo decrecieron en un 12.9%, esta bajada representa el 30% del total de las toneladas de CO2 que se dejaron de emitir. Esta reducci�n de emisiones es la mayor registrada desde el a�o 1900 y la supera al descenso que hubo durante la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresi�n de 29, la Segunda Guerra Mundial o la de la crisis financiera de 2008�.��
Sin embargo, los niveles de contaminaci�n a nivel global se encuentran cercanos a los niveles previos al inicio de la pandemia. La reactivaci�n en pr�cticamente todo el mundo de las actividades econ�micas, ha acelerado la actividad del sector secundario con la intenci�n de revertir las enormes p�rdidas econ�micas y tambi�n con el objetivo de cubrir las nuevas necesidades de las empresas y los gobiernos, tanto de mercanc�as como de tecnolog�as, en la llamada nueva normalidad.��
Ante este hecho es importante se�alar la relaci�n de las condiciones atmosf�ricas en las principales ciudades del mundo con la transmisi�n del COVID-19. Esta relaci�n ha sido estudiada por cient�ficos y se ha comprobado que existe una relaci�n causal entre las condiciones de contaminaci�n de la atmosfera en las ciudades y las bajas temperaturas, lo que permite la permanencia del virus SARS-CoV-2 por m�s tiempo en el aire y por ende, facilita el incremento de los casos de contagio durante la �poca de invierno.��
En el Estado de M�xico, como es sabido, tenemos elevados �ndices de contaminaci�n ambiental, por ozono en el Valle de M�xico, y en el Valle de Toluca por fuegos artificiales o quema de pirotecnia, quemas de pastizales (sean o no quemas controladas) e incendios forestales y tolvaneras en esta �poca de invierno.��
Ante estas condiciones podr�a resultar muy importante la participaci�n de los grupos ambientalistas del Estado de M�xico para que en la colaboraci�n permanente que tienen con la Secretar�a de Medio Ambiente a cargo del eficiente Jorge Rescala y ahora con la Secretar�a del Campo, donde recientemente Lety Medina est� trabajando en la continuidad de los resultados que el gobernador Alfredo Del Mazo Maza ha impulsado para el campo mexiquense.���
Quiz� ser�a factible una sinergia entre ambas dependencias con la participaci�n ciudadana para generar campa�as de comunicaci�n que contribuyan a prevenir los incendios forestales o la quema indiscriminada y al mismo tiempo, colaborar con la Secretar�a de Salud estatal para que en este invierno sea menos peligroso para las v�as respiratorias de quienes vivimos y trabajamos en el Estado de M�xico.�
Alfredo Mart�nez�