Cuando los ánimos de los trabajadores del ayuntamiento de Toluca se han calmado — al menos momentáneamente-, con el pago de los salarios caídos, la endeble paz laboral del gobierno municipal volvió a cimbrarse con la irrupción de proveedores, quienes argumentan que, simplemente, no han visto claro.
¿No que la alcaldía de Morena había hecho una negociación para salir del bache financiero y poder liquidar las deudas? El caso es que los salarios vencidos de más 2 mil 400 trabajadores fueron solventados hasta principios de esta semana, pero al menos hasta ayer, los proveedores seguían en las calles en demanda de sus pagos.
Este miércoles, un grupo de 30 proveedores del ayuntamiento de Toluca se manifestaron en el Centro de la ciudad frente al Palacio Municipal y después bloquearon la calle de Lerdo. Demandaron que el gobierno municipal les liquide los pagos que tiene pendientes. Son proveedores de papelería, ferretería, servicios de mantenimiento, cómputo y arrendatarios.
Las deudas van desde los 100 mil a los 5 millones de pesos y fueron adquiridas por esta administración. Son los mismos que se manifestaron el pasado 19 de julio y no han sido recibidos por nadie en el gobierno municipal ni han tenido comunicación alguna. Y, ante ello, el alcalde de Morena, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, ni los ve, ni los oye.
Esta movilización volvió a despertar el nerviosismo de los trabajadores del ayuntamiento, respecto a su futuro laboral y, particularmente, su salario y aguinaldo a finales de año, pues parece que Juan Rodolfo todavía no supera el conjuro del quebranto financiero de la capital del Estado de México.
Aún no hay una explicación específica respecto al “arreglo” financiero al que llegó el alcalde toluqueño, con la intermediación de Maurilio Hernández y el jefe del Grupo Texcoco, Higinio Martínez, para hacerse de recursos, a fin de superar el pago de los trabajadores del ayuntamiento, previamente en las calles en busca de justicia laboral.
Lo que se supo, en voz de Maurilio, fue que Juan Rodolfo podía echar mano de las aportaciones –de los mismos trabajadores, claro-, destinados al ISSEMyM y el agua, para que la autoridad municipal los retuviera. Esto es, mayor deuda. También se dijo que se adelantaron ministraciones. Esto es, amenaza de quebranto al finalizar el año.
Varias preguntas saltan al respecto: ¿Si la alcaldía ya tiene el dinero, por qué no ha pagado a los proveedores? ¿Es suficiente el dinero del “arreglo” financiero o será necesario otro “arreglo” más? ¿Hay capacidad financiera del actual gobierno municipal, al que le restan unos cuatro meses, para entregar finanzas sanas? ¿Quiénes son los autores del quebranto financiero del ayuntamiento? ¿Habrá responsabilidades administrativas o penales?
Las autoridades, sin distingos de color partidista, están obligadas a seguir el rastro del dinero gastado en el ayuntamiento en las últimas administraciones municipales y aplicar la Ley para sancionar posibles desvíos. Veremos.
De todos modos, Juan te llamas: Mal y de malas, la alcaldesa de Metepec, Gabriela Gamboa, prepara maletas para dejar el ayuntamiento, luego de haber fracasado en su intento de reelección, no sin antes dejarse ver con el líder del Grupo Texcoco, Higinio Martínez, quien tiene aspiraciones para el 2023. Veremos qué sale de esa mezcla de Morena, luego de las filtraciones de llamadas telefónicas de la alcaldesa lanzando serias amenazas.