El testigo colaborador, una herramienta contra la corrupci�n y la impunidad
Dr. Octavio Mart�nez Camacho
En las �ltimas semanas ha generado inter�s el proceso judicial criminal seguido contra el ex director de Pemex, relacionadas con hechos de corrupci�n en el sexenio de Enrique Pe�a Nieto.
Sobre todo, porque ha trascendido que podr�a ya existir una negociaci�n entre este alto exfuncionario y la Fiscal�a General de la Rep�blica.
En el actual clima de crisis econ�mica, sumado al alto resentimiento social derivado de la revelaci�n y descubrimiento de numerosos actos de corrupci�n en todo el pa�s, lo primero que la gente piensa al escuchar una posible �negociaci�n� entre la Fiscal�a General y este imputado, es que entonces no habr� castigo ni c�rcel y, por lo tanto se sumar� al hist�rico n�mero de casos de impunidad en M�xico. Un escenario, donde la poblaci�n pone en entredicho la posibilidad de que un alto funcionario acusado en nuestro pa�s de actos de corrupci�n, sea debidamente castigado.
Esto genera preguntas que podr�amos considerar b�sicas, para poder entender este caso que, considero ser� posiblemente el inicio de una ola de procesos criminales contra funcionarios acusados de corrupci�n, por ello es de tal importancia comprenderlo, para garantizar que la sociedad no solo no deje por completo de creer en la justicia, sino adem�s que apoye estas decisiones de nuestra Fiscal�a de la Rep�blica.
Algo debemos tener muy claro de inicio, una investigaci�n y proceso criminal no tiene como �nico fin castigar a alguien. La investigaci�n penal busca esclarecer un posible hecho que seg�n las leyes penales podr�a constituir un delito y en caso de as� serlo, perseguir a quien lo haya cometido y pugnar por la imposici�n de una pena.
Lo anterior, como sociedad hoy en d�a nos cuesta trabajo entender.
La verdad es que cuando hablamos de que existe una �carpeta de investigaci�n� contra una persona, necesariamente vislumbramos que solo si es llevada a prisi�n y ah� se queda por muchos a�os, se hizo entonces justicia.
Debemos saber que existen casos criminales cuya complejidad para conocerlos, entenderlos y sobre todo �informarlos� es muy alta.
Precisamente, ante lo complejo de ciertos casos delictivos el sistema penal se vuelve �pr�ctico�. Esto pues se hace una pregunta sencilla: �Qu� es preferible, negociar con uno de los implicados a cambio de que me proporcione informaci�n valiosa contra otros sujetos relacionados, y adem�s testifique en su contra, o no negociar con nadie y acusar sin muchas pruebas ni conociendo a plenitud el caso?
Para nuestro sistema de justicia es m�s pr�ctico y �til �negociar� con un imputado a cambio de obtener informaci�n relevante que permita conocer a fondo el caso, los implicados, las ganancias, y todo lo relacionado con el mismo, que de otra forma ser�a pr�cticamente muy dif�cil obtenerlo.
A esto se le denomina colaboraci�n con la justicia.
De esta manera, estos imputados se vuelven a la postre �testigos colaborares� y la Fiscal�a General puede abstenerse de ejercer acci�n penal en su contra, precisamente a cambio de la informaci�n esencial y eficaz.
En un pa�s donde las fiscal�as en general cuentan con poco personal, con limitada tecnolog�a que permita investigar de manera completa y eficiente un caso, los testigos colabores se presentan como una magnifica herramienta de investigaci�n criminal que debe explotarse.
Tambi�n debe quedar claro que ser testigo colaborar no puede ser sin�nimo de impunidad. Para ello, las fiscal�as deben transparentar los casos y circunstancias bajo las cuales se �negoci� con un testigo.
Todos, absolutamente todos queremos un M�xico sin impunidad, y de verdad espero que cada vez sean m�s los casos de altos funcionarios llevados ante la justicia penal, y si para esto es necesario que se utilicen testigos colaboradores que as� sea, el fin ultimo de justicia lo amerita.
Dr. Octavio Mart�nez Camacho
Abogado Penalista Socio del Despacho HMSC.