Qui�n sabe c�mo ocurre que los diputados deciden hacer exhortos a diestra y siniestra acerca de cualquier cantidad de cosas, aunque a veces no tenga sentido.
Ayer, en una que podr�a ser de sus �ltimas sesiones, enviaron a comisiones el an�lisis de un exhorto para que el gobierno mexiquense retrase el regreso a clases presenciales. Ahora los creativos fueron los panistas.
Dicen que no hay condiciones en los planteles educativos y que el riesgo para las familias es muy alto.
Suena a un buen plan. Esperar a que existan mejores circunstancias y que las escuelas sean remozadas a cargo de las autoridades educativas.
El problema es que ambos planteamientos debieron llevarlos al gobierno federal, pues es al que corresponden esas decisiones. Claro, el asunto de la rehabilitaci�n pudieron preverlo en el presupuesto de este a�o, para que la secretar�a tuviera con qu� responder.
As� y todo, el secretario General de Gobierno, Ernesto N�mer ataj� el asunto asegurando que todo est� bajo control para la vuelta a las aulas.
Lo cierto es que basta acercarse a los padres de familia y los alumnos de cualquier instituci�n educativa para darse cuenta de que pasa de todo, menos control.
El miedo es la �nica coincidencia, igual que la desinformaci�n. Las familias no saben si deben volver forzosamente o no a las aulas, en algunas escuelas hay inscripciones v�a internet, mientras que en otras es presencial y algunas hay ambas opciones.
Los padres de familia hacen aportaciones de entre 500 y 600 pesos por ni�o, solo para los dispositivos de arranque y la limpieza de los planteles, pero dicen estar dispuestos a pagar lo que haga falta para que sus hijos est�n seguros. �Y las escuelas donde las familias no tienen esas posibilidades?
La informaci�n de parte de las autoridades ha cambiado tanto que los padres no saben qu� deben hacer.
As� pues, estar�a bueno que ambas partes, el Ejecutivo y los diputados, trabajen juntos para sacar adelante este inicio de clases en la mejor forma posible. Este no es buen momento ni tema para politizar, porque hay demasiado en riesgo. �Podr�n dejar sus lucimientos personales a un lado esta vez?