La sequ�a del a�o pasado, que todav�a no conseguimos superar, nos puso nuevamente frente a un espejo que nos hace recordar la parte que no nos gusta.
En el Valle de M�xico el efecto del da�o al Sistema Cutzamala es m�s grave, pero no es la �nica regi�n afectada. Lo peor, no es la primera vez, ni ser� la �ltima que estamos en aprietos por la escasez de agua, por el contrario, este puede ser el problema m�s grave de nuestra entidad en un futuro muy cercano.
Mientras, no ha faltado quien pretenda politizar el tema. Algunos alegan que les han cerrado la llave a prop�sito, con la intenci�n de afectar a las administraciones municipales y hasta han acudido al Palacio de Gobierno con exigencias en tono beligerante.
En el fondo saben bien que la historia es otra y muy distinta. Para empezar, es el Sistema Cutzamala el que decide sobre la dotaci�n y los cortes de agua. Esa infraestructura hidr�ulica es operada por el gobierno federal, no por el estatal.
Es decir, est� en territorio mexiquense, explota nuestros recursos, pero no est� bajo la responsabilidad de la autoridad estatal. Peor a�n, la mayor�a del agua se va a la Ciudad de M�xico, a precios irrisorios.
Tal vez ser�a m�s l�gico crear un frente unido con el gobierno estatal para exigir mejor trato por parte del gobierno federal en esta materia, un pago adecuado de la Ciudad de M�xico o ambas cosas.
Lo cierto es que desde Arturo Montiel, ning�n gobernador mexiquense ha vuelto a dar esta batalla, lo que es una l�stima, porque valdr�a la pena pelear estos recursos.
Mientras eso sucede, estar�a bueno tambi�n que los municipios revisaran primero lo que en sus territorios ocurre con el agua.
Y es que, seg�n estimaciones oficiales, casi el 40 por ciento se desperdicia en fugas de las redes de distribuci�n municipales.
Esta es una situaci�n gen�rica en los valles de M�xico y de Toluca. Los gobiernos municipales suelen invertir poco en su propia infraestructura y en la soluci�n de sus problemas, que ahora, con la diversidad de partidos en el poder, utilizan como herramienta pol�tica.