Luego de unos d�as de patelatas y jaloneos, ayer el l�der nacional de Morena, Mario Delgado, anunci� formalmente que no hubo consensos entre los aspirantes, por lo que se definir� v�a encuesta al candidato de ese partido a la gubernatura mexiquense.
Se supone que desde el inicio debi� aplicarse este m�todo, pero los aspirantes a la candidatura pidieron que les permitieran conseguir un acuerdo, cosa que no fue posible.
Lo cierto es que el impulsor de esa idea fue Higinio Mart�nez, a quien no le va muy bien que digamos en las encuestas, la serias, las que no se mandan a hacer a modo.
El texcocano sabe bien que, pese a todos sus esfuerzos, no lo conocen los mexiquenses m�s all� de su municipio y los que le rodean. La opini�n que tendr�n incluso ellos, es otra historia.
Total, �l y los dem�s estar�n en la pelea en d�as pr�ximos, porque la convocatoria, seg�n el l�der nacional, estar� lista este mismo mes.
La idea es tener cuanto antes la convocatoria, el registro y de inmediato la encuesta. El l�der nacional piensa que este mismo mes podr�an tener un resultado, para que esa persona sea quien conduzca los trabajos del partido rumbo a la renovaci�n en el Estado de M�xico, sea eso lo que signifique.
Eso significa que le queda poco margen de movimiento a los aspirantes para tratar de meterse a la competencia, porque la mayor�a no da el ancho en los n�meros reales.
No es de sorprender, lo cierto es que tiene or�genes y contextos distintos, pero todos muy locales o en el gobierno federal.
En eso se parecen a los aspirantes de otros partidos, pues pocos son conocidos fuera de sus regiones, aunque s� los hay.
Ya se ver�, pero por lo pronto, lo que m�s debe preocupar a Morena es la posibilidad de ruptura con este ejercicio, pues al final de cuentas, si no consiguen que los perdedores pongan a sus estructuras a trabajar en torno al ganador, les puede ir muy mal en la encuesta que importa, frente a las urnas el a�o que viene.
Para empezar, necesitan sacar adelante su gran prueba, la selecci�n de l�der estatal, donde f�cilmente se les puede reventar el proceso. A estas alturas, ya no est�n en tiempo de armar una estructura, as� que depender�n de la fidelidad de sus compa�eros, y eso es peligroso.