Los empresarios est�n tratando de sobrevivir a los efectos de la pandemia, las reglamentaciones -algunas inaplicables- y, adem�s, a la competencia desleal que significa la actividad irregular, que en estos a�os de pandemia ha crecido desbordada.
En cualquier colonia puede uno toparse con puestos improvisados en sus propias casas o autos. Mercados y tianguis que nacen al amparo de la necesidad de un d�a para otro en cualquier colonia. Lo que se hab�a avanzado contra el comercio de este tipo se perdi� por completo.
Ya no solo el problema son las grandes mafias de comerciantes ambulantes, sino que se trata de ciudadanos comunes que no tienen empleo gracias a la pandemia, no les alcanza con el ingreso familiar o encontraron que conven�a m�s esta actividad que un trabajo mal pagado y sin prestaciones sociales.
Luego de la pandemia ser� necesario hacer un recuento para conocer las condiciones en las que nos quedamos, pero el panorama no es nada alentador, porque estas p�simas condiciones no son producto de la pandemia nada m�s, ya las tra�amos arrastrando.
Por lo pronto, es urgente que los gobiernos municipales hagan su parte y empiecen a revisar que este tipo de comercio al menos cumpla algunas medidas sanitarias b�sicas, para que no sigan siendo focos de infecci�n.
Temas de campa�as
Frente a la pandemia, actores pol�ticos, partidos y sus representantes poco o nada han hecho, pero seguramente ser� un tema central en sus campa�as.
Poco o nada han hecho para responder, si acaso atender las recomendaciones de la autoridad sanitaria -no todos- y criticar.
Lo cierto es que el sector pol�tico no est� acostumbrado a ser solidario ni tiene naturaleza generosa, a menos que no tenga m�s remedio.
Salvo para se�alar la paja en el ojo ajeno, o los errores del otro, no han dicho �esta boca es m�a�.
Ahora los veremos quejarse o aplaudir -seg�n sea el caso- las acciones gubernamentales en torno a la pandemia. Ser�a mejor escucharles un verdadero plan de recuperaci�n, �no cree usted?