Previo a la entrega de reconocimientos y toma de protesta a los cadetes, la alcaldesa, Angélica Moya Marín, reconoció que Naucalpan vive tiempos complejos en materia de seguridad, por lo que la ciudadanía exige policías con la integridad, el respeto y la ética que requiere esta profesión y señaló que en estos cadetes recae el deber de regresar la paz y tranquilidad a las familias naucalpenses.
Aseguró que, pese a que su gobierno recibió un municipio sumido en la peor crisis financiera de su historia, con orden, responsabilidad financiera y colaboración entre autoridades y sociedad civil, se han logrado avances importantes como la reactivación de la Academia de Policía, que con esta segunda generación suma 153 cadetes graduados para reforzar la seguridad de la demarcación.
Jóvenes hagan valer el tiempo: Moya Marín
“Jóvenes, hagan valer el tiempo y esfuerzo invertido en este programa, y nunca se olviden del gran compromiso que otorga portar el uniforme azul: estar siempre al servicio de los vecinos. Su labor es fundamental y su dedicación es el faro que nos guía hacia un Naucalpan mejor y más seguro”, exclamó para posteriormente tomarles protesta a los egresados.
Cumplir con el dueño: Rosas Olmos
Pablo Francisco Rosas Olmos, director general de Seguridad Ciudadana y Movilidad Segura, reconoció que no cualquiera puede ser policía, por lo que seleccionaron los mejores perfiles para forjar la corporación que demanda la sociedad, ajena a esquemas de corrupción y cuyos elementos sean verdaderos agentes de cambio.
Segunda generación
Los egresados de esta segunda generación de la Academia de Policía Municipal, 24 mujeres y 47 hombres, podrán cumplir el sueño de muchas personas, que es convertirse en héroe real, “con uniforme, pero sin antifaz, que entenderá y resolverá todo tipo de auxilio y generarán proximidad”.
Manuel Venegas