Contin�a en la opini�n p�blica, especialistas y actores pol�ticos la discusi�n en torno a una nueva reforma electoral. Este martes iniciar� en la C�mara de Diputados la discusi�n p�blica de 49 iniciativas de reforma al sistema electoral vigente. Se ha anunciado que a los foros de discusi�n est� invitado el titular de la Secretar�a de Gobernaci�n, as� como los gobernadores de la Rep�blica. Tambi�n se ha adelantado la posibilidad de extender la invitaci�n a los actuales integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), a las magistradas y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federaci�n, as� como a ciudadanos y especialistas que deseen participar en el debate.���
De entrada, es de celebrarse que la discusi�n de un tema toral para nuestro r�gimen democr�tico no se realice �fast track�, sino que los foros de discusi�n tomen su tiempo y cuenten con la suficiente representatividad en sus participantes.���
Al respecto, es pertinente referirse a uno de los puntos que sin duda se discutir�n: la permanencia de los Organismos P�blicos Locales (OPLES). En ese sentido, me gustar�a destacar fortaleza institucional que han mostrado los OPLES desde su creaci�n a partir de la reforma electoral de 2014. Algo atribuible al funcionamiento eficiente que ha mostrado su robusto dise�o institucional. Gracias a ello, la ciudadan�a se ha habituado a una sana competencia democr�tica, en donde se ha cumplido con alt�simas tasas de �xito con todos y cada uno de los procedimientos que marca la legislaci�n electoral, desde la instalaci�n de casillas, el establecimiento de Consejos Distritales o Municipales, la coordinaci�n con instancias del INE, la realizaci�n de debates y, especialmente, el conteo transparente, p�blico y leg�timo de los votos depositados en las urnas.���
Basta mirar la experiencia m�s reciente en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas en junio pasado, en donde la normalidad democr�tica y el correcto funcionamiento de todas las �reas de los OPLES, se impusieron a cualquier riesgo contrario a la democracia. Hoy, cada una de estas entidades cuenta con autoridades dotadas de legitimidad, capaces de asumir el poder de manera pac�fica y ejercerlo por la v�a democr�tica.��
Evidentemente, existen m�rgenes para mejorar el funcionamiento de los OPLES. Pero ello no debe implicar su desaparici�n, tanto por razones de din�mica pol�tica, como de hacienda p�blica. En un Estado federal como el nuestro, es necesario que cada entidad federativa, municipio y comunidad cuente con un espacio propio de deliberaci�n pol�tica. Dif�cilmente un solo �rgano nacional ser�a capaz de intervenir, arbitrar y procesar la complejidad pol�tica presente en cada una de las entidades federativas, con sus particularidades y caracter�sticas.��
Igualmente, centralizar la instalaci�n de casillas y vigilar el correcto cumplimiento de los procedimientos electorales, en los m�s de 2 mil 400 municipios del pa�s y sus distritos locales, multiplicar�a sobremanera los recursos p�blicos y personal operativo requeridos por la autoridad nacional electoral. Asunto que, por cierto, se busca disminuir.���
Puede afirmarse, con las pruebas a la vista, que hoy los OPLES no solo son garant�a para la funcionalidad de nuestro sistema electoral, sino autoridades conocedoras de sus entidades, capacitadas para cumplir con sus responsabilidades y comprometidas con la vida democr�tica. Estos elementos deben colocarse, tambi�n, en el centro del debate que comienza.�����
Consejera Patricia Lozano�
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