Los d�as 18 de septiembre las Naciones Unidas conmemoran el D�a Internacional contra la desigualdad Salarial. Al respecto, la ONU destaca cuatro datos clave para dimensionar el reto mundial en esta materia, y el cual forma parte de los compromisos incluidos en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).
- Por cada d�lar que gana un hombre, una mujer percibe 77 centavos de d�lar, por un trabajo igual; es decir, la brecha salarial promedio mundial es de 23%. La brecha, sin embargo, es a�n mayor para las mujeres que laboran y que tienen hijos.
- Al ritmo que se ha avanzado en las �ltimas d�cadas, se requerir�an 275 a�os m�s para cerrar la brecha salarial promedio mundial entre mujeres y hombres.
- Los empleos a los que tienen acceso las mujeres son no solo de menor remuneraci�n, sino de menor cualificaci�n laboral, tienen menos acceso a la seguridad social y adem�s se registra una baja participaci�n en las estructuras de toma de decisiones tanto en el sector p�blico como en el privado.
- Las mujeres realizan, en promedio, al menos dos veces y media m�s trabajo dom�stico no remunerado y de cuidado en los hogares, respecto de lo que realizan los hombres.
En M�xico por cada 100 pesos que gana un hombre, las mujeres perciben 73 pesos, esto representa que�el promedio de la brecha salarial es de 27 por ciento�entre las compa��as que participaron en un estudio que elabor� PwC M�xico, junto con la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) y Mujeres Invirtiendo y publicado en marzo de este a�o.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estad�stica y Geograf�a (INEGI), en M�xico hay 21.66 millones de mujeres ocupadas, y 33.57 millones de hombres en la misma situaci�n. De esas cifras, destacan las notables diferencias en lo que al nivel salarial que obtienen.
En efecto, entre las mujeres, hay un 6.1% que no recibe ingresos por el trabajo que desarrolla; hay tambi�n un 32.9% que recibe ingresos de hasta un salario m�nimo; un 33.45% cuyos ingresos oscilan entre uno y dos salarios m�nimos mensuales; el 10.3% obtiene m�s de dos, pero menos de tres salarios m�nimos; el 4.7% obtiene m�s de tres, pero menos de cinco salarios m�nimos; mientras que �nicamente el 1.5% de las mujeres ocupadas percibe m�s de cinco salarios m�nimos. El 11% restante no especifica su nivel de ingresos.
De acuerdo con el Informe Mensual sobre el Comportamiento de la Econom�a del mes de abril de 2022, de la Comisi�n Nacional de Salarios M�nimos (CONASAMI), la brecha del salario por hora y por g�nero en el empleo formal ha registrado una disminuci�n de 2018 a 2021; al pasar de 13.1% en 2018 a 12.2% en 2021. No obstante, en t�rminos monetarios, el ingreso laboral real de las mujeres ocupadas fue de $3,803.92 pesos mensuales, frente a un ingreso de $4,755.36 pesos mensuales. Lo anterior significa que, al d�a, las mujeres ocupadas reciben 126.79 pesos diarios reales, frente a 158.5 pesos por d�a por cada uno de los hombres con ocupaci�n laboral.
En el estudio “Compromisos por la Igualdad Salarial: Estado de la brecha salarial de las empresas”, se encontr� que estar casada o en uni�n libre reduce la probabilidad de participar en 15.24%, en comparaci�n con quienes tienen otra situaci�n conyugal; vivir en hogares con integrantes menores 5 a�os edad o de menores de 5 a 12 a�os, reduce la probabilidad en 9.1% y en 4.9%, respectivamente, en comparaci�n con aquellos hogares sin integrantes menores de edad.
Por otra parte, se identific� que, en el cuarto trimestre de 2021, el promedio de horas que una mujer dedica a quehaceres del hogar fue de 21.7 horas a la semana, mientras que en los hombres fue de 5.9 horas.
Asimismo, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluaci�n de la Pol�tica de Desarrollo Social (CONEVAL), en nuestro pa�s, en el segundo trimestre de 2021, el 16.4% de las mujeres ocupadas ten�an ingresos inferiores al valor de la canasta alimentaria, en cambio el porcentaje de los hombres quienes estaban ocupados en el periodo referido, fue de 10.4%.
Las cifras anteriores evidencian que en M�xico hay una persistente desigualdad, tanto en las posibilidades de acceso al trabajo digno, como en el ingreso que se obtiene por el trabajo que se desempe�a.
La reflexi�n del d�a es, que, sin lugar a duda, la�participaci�n de las mujeres en el trabajo�es una realidad que lleg� para quedarse y es responsabilidad del Estado propiciar las condiciones para que cada vez m�s mujeres puedan participar en el mercado laboral y lo puedan hacer de forma libre y segura, garantizando en todo momento el pleno ejercicio de sus derechos.
�@CARITINA SA�NZ