A siete meses de que concluya la actual administración estatal es necesario atender de manera emergente los temas que preocupan a las y los mexiquenses, como las deficiencias en los servicios de salud, por la falta de 10 hospitales que se encuentran inconclusos en el Estado de México, a pesar de que más del 60 por ciento de la población carece de servicios de seguridad social.
Como presidente de la Junta de Coordinación Política solicité la presencia del Secretario de Salud, Francisco Javier Fernández Clamont, para realizar una reunión de trabajo con la Comisión de Salud, Asistencia y Bienestar Social, donde pediremos un informe detallado sobre el estatus en el que se encuentran las obras hospitalarias.
Son 10 nosocomios que se ubican en los municipios de Aculco, Acolman, Chicoloapan, Zumpango, Zicacantepec, Tepotzotlán, Cuautitlán Izcalli, el Hospital Oncológico de Ecatepec y el de Alta Especialidad de Tlalnepantla, y que permanecen en obra negra, y sin equipamiento.
Desde la anterior Legislatura, diputadas y diputados de Morena cumplimos con nuestra responsabilidad de asignar presupuesto adicional al Gobierno del Estado, cada año, en conjunto más de dos mil millones de pesos para que se terminaran los hospitales en el actual gobierno, pero no fue así, siguen 10 inconclusos y en la mayoría no hubo avances.
Pero a siete meses de que concluya la actual administración estatal no hay algún tipo de indicador que permita advertir que las 10 obras serán entregadas a la población mexiquense.
Al final de manera lamentable, confirmamos que estos proyectos hospitalarios solo fueron parte de una estrategia del modelo neoliberal que durante muchas décadas se empezó a implementar en el área de salud, para ir generando las condiciones que permitieran justificar la privatización de la salud pública.
En el Estado de México se abandonó la atención de la salud pública para privatizar los servicios, dando prioridad a la autorización de construcción de hospitales y clínicas privadas, que son muy costosas para la mayoría de la población.
El 60 por ciento de la población mexiquense no cuenta con seguridad social como el IMSS, ISSTE, o ISSEMyM, y tienen que recurrir a la salud pública que es obligación del estado, de los gobiernos federal o estatal, pero que hoy no es ni suficiente, ni de calidad necesaria y es uno de los principales padecimientos que enfrentan millones de mexiquenses, un sistema de salud estatal en quiebra y abandonado.
Diputado Maurilio Hernández González