En los regímenes democráticos, los procesos electorales suelen atraer la atención de distintos segmentos de la sociedad que ven, en estos momentos, la posibilidad de influir en las agendas de quienes compiten por un cargo de elección popular con la idea de ver representados en ellas, sus legítimos intereses, anhelos o demandas sociales.
Los actores políticos no somos ajenos a la efervescencia que provocan las elecciones. Sin embargo, estoy convencido de que quienes tenemos una responsabilidad pública estamos llamados a atenderla de manera responsable, prioritaria y a no dejar que nuestra agenda institucional se vea influenciada por la coyuntura política o electoral.
En el caso de quienes integramos un Poder del Estado tan relevante como el Legislativo, la obligación me parece aún mayor. Es cierto que los diputados mantenemos a salvo nuestros derechos político-electorales y que podemos participar, en el marco de la Ley, en asuntos de carácter político e, incluso, proselitista.
Emanamos, en todos los casos, de procesos electorales democráticos y representamos, a nuestra llegada, a una de las distintas opciones políticas presentes en determinado momento. Aun así, nuestra labor parlamentaria no debe obedecer a los tiempos ni a los momentos que marca el calendario electoral, tampoco el contenido de los asuntos a tratar debe venir impregnado de lo que se vive en otra arena que, por definición, es temporal y momentánea, por más relevante que ésta sea para la vida democrática.
Quienes desde la Legislatura Local tenemos la honra de representar a los más diversos intereses sociales, estamos obligados a dejar afuera del parlamento los ánimos electorales para ocuparnos de la tarea que nos ha encomendado el pueblo.
Nuestra tarea es trascendental para la vida de millones de mexiquenses y de sus familias. Es necesario recordar que nuestra función legislativa no sólo tiene impacto en el presente, sino también en el futuro. Las leyes e instrumentos que aprobamos hoy pueden tener un impacto duradero en la vida de los ciudadanos que representamos.
Además, la sociedad y las necesidades de los ciudadanos cambian constantemente, lo que significa que siempre hay trabajo por hacer.
Debemos seguir colaborando para abordar los desafíos que enfrenta nuestra entidad, y asegurarnos de que nuestras leyes sean justas y efectivas. Debemos estar dispuestos a escuchar a nuestros representados, a trabajar juntos a pesar de nuestras diferencias y a continuar avanzando en nuestra encomienda legislativa.
Sigamos adelante y trabajemos unidos para lograr un futuro mejor para todas y para todos los mexiquenses.
Dip. Elías Rescala Jiménez
Presidente de la Junta de Coordinación Política
en la LXI Legislatura del Estado de México