Luego de que Enrique Vargas presionó con el rompimiento de la Coalición en el Estado de México en las semanas recientes por la reforma al INE, del intempestivo nombramiento de Alejandra del Moral como Coordinadora del PRI por la Defensa del Estado de México, de la guerra interna del PRD por la presidencia de su partido, parecía que por fin los agoreros del desastre habían atinado y la alianza desaparecería.
Sin embargo, ayer, sin más, los líderes de las tres fuerzas políticas anunciaron públicamente que siguen juntos. Como son tiempos adelantados, lo que declararon fue que empezarían con los trabajos para adecuarse en conjunto, pero eso es sólo ruido, del que hemos tenido en el Estado desde hace meses, cuando Morena se súper adelantó con su arranque de campaña en las afueras del Teatro Morelos.
Al final, luego de tanto circo, llegaremos al inicio formal del proceso electoral del año que viene como ya se esperaba, dos grandes bloques, de un lado el encabezado por Morena y el otro por el PRI.
Los del bloque de Morena han insistido en que hay rompimiento entre los de la Alianza Va por el Estado de México, en que la gente no los apoya, en que están desgastados, todos son argumentos de campaña , igual que los del otro bloque. Solo son tiempos adelantados, son formas distintas de hacer lo mismo.
Así las cosas, veremos ahora a ambos bloques en plena competencia abierta pero solapada. Ya el año que viene, habrá nuevas reglas, porque ya estarán en el radar del árbitro electoral y deberán ceñirse a lo que la ley señala. Mientras tanto, vivamos la fiesta de los tiempos adelantados.
Realidad que nos supera
En muchas localidades del estado de México, el miedo se ha apoderado hace tiempo ya de la ciudadanía, mientras los gobiernos municipales, francamente rebasados, no sabían que respuesta dar.
La violencia y la delincuencia, tanto la común como la organizada, parecían comandar en algunos de esos municipios, donde era urgente una medida drástica.
En este contexto, es probable que muchos ciudadanos sientan alivio con la presencia de efectivos militares, pero eso no necesariamente es positivo.
Hoy empezamos a ver los efectos positivos de las medidas tomadas al inicio del sexenio en nuestra entidad y los índices delictivos empiezan a ceder, pero falta mucho aún, y el tiempo se nos acaba, junto con el gobierno de Alfredo del Mazo.